Explorando nuevos horizontes, embarcándose en nuevos caminos

Una mujer contempla el horizonte. / Anant Sharma en Pixabay
Una mujer contempla el horizonte. / Anant Sharma en Pixabay
La peor mentira es la que te dices a ti mismo; la peor de las ilusiones es la fundada sobre bases inexistentes.
Explorando nuevos horizontes, embarcándose en nuevos caminos

La organización interna es un movimiento directamente relacionado con el autoconocimiento y la renovación. Es muy importante que nos permitamos este proceso para transformar factores externos que pueden molestarnos o desanimarnos. La renovación es una necesidad existencial vital. Por tanto, para que se busquen nuevos horizontes es necesaria una reestructuración interna a través del autoconocimiento. El movimiento de renovación, transformación, reorganización debe partir siempre de una disposición interior; si ocurre lo contrario, siempre será una dinámica superficial, inútil, infructuosa, engañosa y, en consecuencia, frustrante. Por eso, la importancia de ser conscientes y resilientes. Nadie es siempre fuerte. Lo que nos hace resilientes no es la posibilidad de desorganización, sino la capacidad de reorganizarnos tantas veces como sea necesario.

Para la resolución de cualquier desafío existencial y para la construcción de nuevos cimientos fundamentales, es fundamental detectar, tomar conciencia y aceptar que hay que cambiar algo. A partir del movimiento de expansión de la conciencia con el propósito de cambiar, será posible construir estrategias para los resultados que queremos. Sí, es necesario alimentar la esperanza en días mejores, buscando nuevos horizontes, abriéndonos nuevos caminos que ya son tan conocidos pero resignificados, desprendiéndonos del sentimiento de victimismo. La autocompasión anula el optimismo en la vida, ya que eclipsa los beneficios que tenemos a nuestra disposición. La trampa de este sentimiento es que percibes los aspectos “negativos” y las “faltas” como más importantes y determinantes en tu vida, que nos llevan a un estado de desesperanza, tristeza, falta de fe en ti mismo y en la vida.

Sin embargo, existe una diferencia entre fomentar la esperanza de una nueva vida y fomentar las expectativas que dependen de los demás. Puede suceder que esperemos demasiado de los demás y contribuyamos poco a esta economía relacional. Vale la pena señalar que aquellos que tienen expectativas deben estar dispuestos a asumir la responsabilidad de posibles frustraciones. La peor mentira es la que te dices a ti mismo; la peor de las ilusiones es la fundada sobre bases inexistentes. Entonces, de vez en cuando necesitamos "recortar los bordes" con la vida, separar el trigo de la paja, seleccionar lo que está vivo y presente de lo que solo ocupa espacio. Necesitamos caminar por nuevos horizontes.

En general, lamentamos que nada cambie, que las personas sean iguales, que las circunstancias no cambien. Pero, ¿cuánto estamos dispuestos a cambiar? ¿Estás renovando tu vida? Mientras esté anclado en el pasado o visualizando un futuro, el presente está sucediendo. El pasado no se puede cambiar y la preocupación no resolverá tus problemas, sino una acción asertiva, directiva e inteligente ante situaciones a través del entrenamiento en habilidades y desempeño social y relacional, pero principalmente a través de la capacidad de conectar contigo mismo.

La esperanza de una vida renovada necesita una decisión firme, continua, estableciendo nuevos condicionamientos presentificados y cotidianos, entre ellos la principal responsabilidad con uno mismo. Nadie podrá promover cambios estructurales en nuestras vidas sin nuestro permiso; nadie tiene este poder. Ninguna persona podrá hacer dieta, dejar de fumar o beber por nosotros. Los cambios personales nunca pueden subcontratarse. Puede que tengamos el mejor cardiólogo del mundo, pero si no seguimos sus instrucciones o no tomamos la medicación correctamente, este profesional no nos será de utilidad. El otro puede ayudarnos, pero cualquier movimiento real es siempre de adentro hacia afuera. A menudo nos cansamos de ser iguales, de buscar las mismas ilusiones. Quizás la mejor opción sea explorar nuevos horizontes, embarcarse en nuevos caminos, expandir la conciencia, despertar a la metanoia de la vida. @mundiario

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