¿Es posible que este hábito en la ducha esté dañando tu cabello en secreto?
¿Tienes agua dura? Aquí te mostramos cómo saber y ajustar tu rutina.
La mayor parte de la conversación a la hora de la ducha tiende a centrarse en la duración y la temperatura del agua, pero profundicemos más en las gotitas: ¿te estás bañando con agua dura o blanda?
Para algunos, el tipo de agua puede inclinar la balanza entre una piel flexible y una piel seca e irritada, pero, ¿cómo puedes saber qué tipo de agua tienes?
Cómo saber si te estás duchando con agua dura
El agua dura es básicamente agua que contiene una gran cantidad de minerales, a saber, calcio y magnesio. Estos minerales pueden cambiar el equilibrio del pH de tu piel, lo que después puede afectar el microbioma de tu piel. El agua dura tiende a hacer que la piel se vuelva más seca y sensible, especialmente si la barrera de la piel ya está afectada.
Sin embargo, evaluar tu piel no debería ser la única forma de saber si tienes agua dura; Después de todo, la piel seca y con picazón puede deberse a una variedad de preocupaciones, y no siempre arroja luz sobre la ducha. Dicho esto, aquí hay una simple prueba casera:
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Llena una botella con aproximadamente ⅓ de su capacidad con agua del grifo.
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Agrega unas gotas de jabón líquido y agita vigorosamente.
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Si el agua se ve turbia sin mucha espuma, es probable que tengas agua dura.
¿Tienes agua dura? Esto es lo que debes hacer al respecto
Si vives en un área con agua dura, no entres en pánico. El agua dura no es intrínsecamente mala, a menos que notes alguno de los problemas de piel antes mencionados. Muchas personas que tienen agua dura no necesitan hacer nada. Si tu piel puede tolerarla, no hay necesidad de hacer sonar la alarma, pero si te enfrentas a algo de sequedad o irritación, puedes hacer lo siguiente.
1. Hidratar
Aplicar humectante después de cada enjuague es crucial para retener esa agua. Solo asegúrate de que tu crema o loción incluya una buena combinación de humectantes, emolientes y oclusivos para atraer agua de manera efectiva, suavizar las áreas ásperas y asegurarte de que toda la hidratación permanezca encerrada. El aloe, manteca de karité, aceite de semilla de moringa y la avena coloidal nunca fallan.
Este último es una superestrella particularmente hidratante, de hecho, es especialmente bueno para los problemas de agua dura, ya que se ha demostrado que la avena coloidal alivia la irritación de la piel y protege la barrera de la piel.
2. Reconsidera tus hábitos de ducha
Para algunos, reducir el horario de la ducha puede mantener la piel suave. ¿Puedes limitar tus enjuagues a una vez al día? Si tu estilo de vida lo permite, inténtalo y observa si la sequedad o la picazón desaparecen. Después de todo, cuanto menos exposición tengas a esa agua dura, menos se secará tu piel.
3. Invierte en un ablandador de agua
Finalmente, ciertas herramientas también pueden eliminar ciertos minerales del grifo. Un ablandador de agua puede ser increíblemente eficaz si has agotado todas las demás opciones, esto se debe a que intercambian calcio y otros minerales sensibilizantes por sodio, lo que vuelve a ablandar el agua.
Para concluir
El agua dura puede estar secando la piel, por lo que si te enfrentas a una descamación que parece no disminuir, podría ser el momento de echar un vistazo al grifo. No hay por qué preocuparte si tu piel puede soportarlo, pero para algunos, acercarse al agua puede cambiar todo. @mundiario
