Disfrutar de las vacaciones de verano reduce el riesgo de sufrir un infarto
Esta época del año no solo sirve para dejar de lado el estrés y para recargar las pilas. Científicos han demostrado que el efecto psicológico de las vacaciones trae grandes beneficios para la salud.
Las vacaciones son necesarias. No solo significan viajes, diversión o entretenimiento, también son descanso y restauración. La ciencia ha demostrado que el verano reporta importantes beneficios para la salud, al punto de que poner en pausa el trabajo, desconectarse y dejar de lado el estrés laboral resulta primordial para alargar la vida. Un estudio realizado por un equipo de investigadores de la Universidad de Upsala, en Suecia, ha destacado entre sus conclusiones que el descanso de las vacaciones de verano ayuda a proteger a las personas de sufrir infartos.
Los datos recogidos por la investigación suiza, revelan que durante el descanso veraniego se produce un descenso considerable de la cifra de ataques al corazón. Para llegar a esta conclusión, el equipo analizó el historial médico de un total de 156.690 personas adultas que fueron ingresadas por un infarto de miocardio en los hospitales suecos, entre los años 2006 y 2013. En el estudio, se le prestó una especial atención a momentos específicos del año, como por ejemplo: los fines de semana, los lunes, las navidades y las vacaciones de verano.
Los resultados apuntaron que las personas que salen de vacaciones durante el mes de julio tienen un riesgo un 8% más bajo de padecer un infarto. Otros de los datos interesantes que arrojó el informe es que el riesgo se incrementa un 7% durante las navidades y el año nuevo. Pero el trono lo ocupa el día lunes, ya que según los suizos, el inicio de la semana supone un incremento de los infartos del 17%.
La razón por la que el verano es la época en que se registran menos infartos, está estrechamente relacionada con el estrés, uno de los mayores desencadenantes de ataques al corazón y que prima en las jornadas laborales. En ese sentido, al ser está festividad del año una temporada de descanso y relajación por excelencia, el descenso de los problemas cardiacos en los pacientes no es una sorpresa.
Este estudio aparece para complementar las múltiples investigaciones que entrelazan el verano y sus efectos en la salud. Las teorías sugieren que las vacaciones más que un derecho, son un deber. Una responsabilidad con el cuerpo que a largo plazo la salud agradecerá.
