Descubre cómo este granjero modificó la frontera entre Francia y Bélgica

Piedra limítrofe entre Francia y Bélgica. / Facebook de David Lavaux
Piedra limítrofe entre Francia y Bélgica. / Facebook de David Lavaux
Aunque suene insólito, los límites de ambos países fueron modificados accidentalmente después de 201 años de haberse establecido.
Descubre cómo este granjero modificó la frontera entre Francia y Bélgica

El insólito hecho se presentó en un bosque en el pueblo belga de Erquelinnes, en donde un agricultor decidió mover el único hito que divide desde hace más de 200 años la frontera entre Francia y Bélgica.

Lo cierto es que, un grupo de aficionados que caminaban por el lugar fueron quienes se percataron de que la roca que delimitaba ambas naciones había sido movida de lugar. Aunque parezca una locura, desde 1.820 una piedra era la que dividía los territorios y hasta la actualidad nadie lo había modificado, hasta que... 

Los aficionados comentaron que la roca se encontraba a aproximadamente a 2,29 metros de donde debería estar, que a primera vista puede que parezca poco, pero es un suceso de gran importancia, por ello hasta se inicio una investigación, en donde las autoridades buscaban entender cómo es que una frontera libre de conflicto por más de 200 años, había sido corrida de lugar.

F<Al parecer según comentaron varios vecinos, el productor agropecuario fue quien decidió mover la piedra que pesaba al menos 150 kilos hacia el lado francés. Entre las hipótesis de por qué lo hizo, identificaron que pudo ser para poder maniobrar mejor con su tractor o la desplazó ligeramente para agrandar su terreno.

A pesar de acontecimiento, ambas naciones solo sonrieron afortunadamente. Por su lado el alcalde de Erquelinnes, David Lavaux: "Hizo que Bélgica se hiciera más grande, y que Francia se hiciera más chica, y eso no es una buena idea". Seguidamente entre risas manifestó "Yo estaba contento de que mi pueblo se había hecho más grande, pero el alcalde de Bousignies-sur-Roc no sentía lo mismo".

Por su parte, el alcalde del pueblo francés, Aurélie Welonek, agregó con bastante humor que creía que podría resolver la cuestión sin tener que recurrir "a un muro". 

A pesar de que no se generó un mayor problema entre ambas naciones, los diversos funcionarios de los países aseguraron que deberán pedirle al granjero que coloque la piedra en su lugar original. Pero si el hombre se abstiene de hacerlo, todo el caso puede terminar en manos del ministerio de Relaciones Exteriores de Bélgica, quien a su vez debería convocar una comisión sobre la frontera belga-francesa, algo que no sucede desde 1930.

Esta frontera se extiende a lo largo de 620 kilómetros y fue establecida luego del Tratado de Courtrai que se firmó en 1820, cinco años después de la derrota de Napoleón en Waterloo, antes de la formación de Bélgica como Estado en 1830.

La demarcación física de la frontera se hizo a través de una serie de piedras, que son las que permanecen allí hasta el día de hoy. @Mundiario

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