¿Por qué no debes hacerle todo a tus hijos? 

Madre e hijo haciendo actividades. / Feeepik.
Madre e hijo haciendo actividades. / Feeepik.
Si eres de los que suele ayudar demasiado a tus hijos para hacer las cosas y no brindarle la posibilidad de que logren sus metas solos, podrías afectar su seguridad.
¿Por qué no debes hacerle todo a tus hijos? 

La maternidad emocional es un punto clave en la actualidad, porque además va muy de la mano con la educación que le damos a nuestros hijos y la forma en los criamos. Muchas veces solemos crear que hacer una buena crianza es darles o hacerles todo a nuestros pequeños, pero en realidad puede ser un factor negativo para su crecimiento emocional.

Soñamos con que nuestros hijos sean niños felices, con valores y que respetan a sus mayores, capaces sin duda alguna de enfrentar a todo el mundo con empatía. Sin embargo, hay algo que estamos haciendo mal y que puede afectar su estabilidad emocional en un futuro.

Ayudarlos a alcanzar el éxito, es brindarle apoyo, más ni significa que debamos hacerles todas las tareas. El riesgo al fracaso es algo por lo que todos debemos pasar y si siempre tenemos a alguien que no nos permite por ningún motivo equivocarnos, cuando suceda, cuando las cosas no salgan como deseamos puede generar traumas y es como no haber vivido su propio proceso de aprendizaje.

Aunque posiblemente tengas las mejores intensiones, rescatar siempre a tus niños, los perjudica. Así que no les hagas todo el trabajo, pues esto sólo hace que crezcan con miedo al fracaso y sin tolerancia a la frustración.

Para Jennifer Hartstein, psicóloga familiar y colaboradora de NBC’s The Today Show, “los niños que son constantemente rescatados de situaciones problemáticas llegarán a evitar situaciones en las que podrían fallar. A medida que envejecen, eso puede aumentar la ansiedad y la depresión cuando necesitan depender de sí mismos en situaciones difíciles”.

Además los expertos destacan que el "fracaso" también es importante en nuestro crecimiento. Pues ayuda a que el cerebro se desarrolle cada vez que fallamos y ayuda a que los niños comprendan el concepto de qué está bien y qué no.

Con el fracaso, nuestros hijos y los padres pueden evaluar cómo mejorar la situación, qué deben aprender y de esto modo volver a intentar para lograr el éxito. Es parte de la superación de obstáculos. Así que si tus hijos sacan no salen bien en una evaluación escolar, pregúntale ¿por qué creen que no pasaron la prueba o no obtuvieron los puntos? Ayúdalos a valorar los conocimientos que poseen y todos los que pueden adquirir. @Mundiario

Comentarios