Cuando la piedra de tropiezo es el ímpetu para avanzar

Las siguientes reflexiones no pretenden disculparse por el sufrimiento. Solo pretende resaltar significados encontrados en medio del caos donde quizás haya alguna esperanza ante una condición de dolor e impotencia, o quizás donde solo queda la fe para esperar a que nazca una flor en medio de un pantano.

La vida refleja constantemente en las tranquilas aguas de la sabiduría lo que los vientos de la fatalidad insisten en querer doblar. Y ahí tenemos que mantenernos firmes, a menudo con un apoyo precario, en una indefensión indescriptible. No me refiero aquí al desamparo de uno mismo, sino al desamparo de la vida que reitera una y otra vez al hacernos probar nuestro coraje, nuestra valía. Y luego tropezamos en el momento exacto donde todo parecía estar en perfecto orden, nos tocaba equilibrarnos en la rueda de la vida y hacer contar nuestro mejor dúo en el paso de este baile: fuerza y ​​coraje para seguir adelante, a pesar de todo.

Sí, si se usa inteligentemente, todo obstáculo será una oportunidad para avanzar, dependiendo de la perspectiva que le pongas. Estamos tan condicionados a resultados inmediatos, no participando en el proceso de maduración de las cosas, solo viendo los aspectos negativos en todo lo que nos pasa, no viendo el lado positivo de la crisis. Parece que nos olvidamos de tener fe en la vida.

Salir de la dificultad, una oportunidad única para cambiar tu vida

Conocemos muchos ejemplos de personas que lograron salir de las dificultades las oportunidades únicas que cambiaron sus vidas, así como de otras personas. 

Viktor Emil Frankl, un psiquiatra suizo, perdió todas sus posesiones durante la dictadura de Hitler. Él y su familia fueron deportados por los nazis, siendo el único superviviente. Durante este tiempo, vivió en uno de los campos de concentración más letales, Auschwitz, donde la probabilidad de supervivencia era de 1 persona de cada 29. Durante el período que estuvo prisionero, creó y desarrolló la Logoterapia, una teoría que da sentido a la vida como un valor de supervivencia y este es un marco teórico importante para la psicoterapia existencial contemporánea. Al notar el sufrimiento humano y la capacidad de dar sentido y significado a las experiencias de extrema impotencia, Frankl creó la Tercera Escuela de Viena.

Otro ejemplo, este que se encuentra en el libro de Génesis, informa que José, hijo de Jacob, fue vendido como esclavo por sus hermanos a una caravana que viajaba a Egipto. José sufrió todo tipo de desgracias durante el período que fue esclavo, pero este evento le dio a José la oportunidad de asumir uno de los cargos más codiciados. Ser gobernador del Antiguo Egipto estaba justo por debajo de la figura del faraón. Un evento como este, que al principio parecía el fin de todo, en realidad fue solo el comienzo de la prosperidad de José, quien decidió seguir adelante a pesar de todos los reveses, dificultades y esclavitud; tenía fe, creía en una fuerza mayor, sin dejar que las circunstancias lo definieran.

En los casos anteriores, los dos protagonistas supieron revertir la desastrosa situación y visualizar aspectos positivos de crecimiento y logro en medio de condiciones en las que quizás se encontraban impotentes, en las que sus opciones eran limitadas, pero aún dentro de esta limitación, determinaron cómo afrontar las circunstancias, para afirmar su fuerza, su capacidad de superación.

No somos seres limitados. Somos nosotros que a menudo no creemos en nuestro coraje para superar los desafíos.

Ante los desafíos, sea como la flor de loto, que en medio de la ciénaga que “no queda nada”, se eleva victoriosa, vislumbrando un punto de luz, que viene de arriba o del interior de la propia alma. @mundiario