La cronoalimentación, un nuevo método para mantener a raya a los kilos de más

Mujer comiendo sano. RR SS.
Mujer comiendo sano. / RR SS.

Las dietas son importantes, pero otra forma en que puedes bajar de peso es alimentarte a las horas correctas para lograr que tu organismo se equilibre y funcione mejor.

La cronoalimentación, un nuevo método para mantener a raya a los kilos de más

Se trata de lo que comes, cómo lo comes y las horas que los comes. Todos los factores influyen porque al final, es tu cuerpo el que se encarga de digerir todos estos alimentos en base al tipo, el momento en que lo ingeriste y tomando en cuenta las condiciones. Lo cierto, es que el horario que elegimos para consumir nuestra comida es muy importante porque de él, derivan elementos fisiológicos como el control de las hormonas o la variación de la temperatura corporal.

Para comprenderlo, hay que tomar un ejemplo muy sencillo: cuando comemos un chocolate o bebemos café durante la noche, ¿será posible que conciliemos el sueño? Muy probablemente, no. Por estos detalles, nació la cronoalimentación o la cronobiología nutricional, una práctica que está en auge porque intenta cambiar la forma en que comes tomando en cuenta el valor nutricional de los alimentos y los horarios perfectos para empezar a comer.

¿Cómo debo alimentarme según el horario?

Lo primero que hay que hacer, es tomar en cuenta los horarios: mañana, tarde y noche; y luego decidir qué es lo que necesitas para sobrevivir durante cada turno.

> La mañana: para poder llevar un buen día, es necesario desayunar bien. Algo que te llene de energía y te permita afrontar el día, dejando la pereza atrás. Toma en cuenta alimentos con grasas saludables, hidratos de carbono y carbohidratos. Algunas opciones incluyen las frutas con azucares, las legumbres o el pan; también puedes incluir los alimentos integrales.

> La tarde: en las tardes ocurre lo mismo. Es necesario que sigas llenado al cuerpo de energía y mantengas el ritmo comiendo alimentos como la pasta, el arroz o las patatas.

> La noche: cuando finaliza el día, el cuerpo y el organismo, necesitan relajarse y descansar. Para esto, es necesario ingerir alimentos que no sean pesados como las frutas, los frutos secos, pollo, pescado o verduras.

Pero no solo es necesario comer durante los tres turnos, sino que hay que saber dividir las raciones en cinco bloques completos y perfectos para mantener hidratado y energizado al cuerpo humano. Además, si te apuntas a realizar ejercicios antes de las tres comidas principales (desayuno, almuerzo y cena), entonces tu cuerpo te lo agradecerá y se mantendrá en forma sin necesidad de hacer grandes sacrificios.

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