¿Cómo se germinan las semillas de cannabis?

Cultivar cannabis a partir de una semilla no es tan fácil como podrían pensar muchos cultivadores principiantes. Están involucrados varios factores que, en última instancia, determinarán si el cultivador tiene éxito y tiene una gran cosecha, o si fracasan y tienen que volver al inicio. Aprender a germinar semillas de cannabis es el primer paso para convertirte en cultivador.

Ya sea que desees intentar germinar las Semillas de marihuana feminizadas de inmediato o guardarlas para el futuro, es importante que sepas si la semilla de cannabis es viable para germinar o no. Las semillas de cannabis viables tienden a tener un color más oscuro con tonos de gris, negro y/o marrón. Una semilla de cannabis realmente buena suele tener una "raya de tigre" a través de ella.

Otra forma de saber si una semilla de cannabis es viable es tocándola (asegúrate de usar guantes cuando manipules semillas de cannabis). Una semilla de calidad debe resistir un poco de pellizco. Si la semilla colapsa bajo un poco de presión, entonces no es viable.

Procedimiento para la germinación de semillas de cannabis

Germinar semillas de cannabis no es difícil, aunque requiere atención a los detalles y al entorno adecuado. La germinación exitosa necesita de la cantidad adecuada de humedad, la temperatura adecuada y una cantidad decente de luz (luz solar o luz artificial de luces de cultivo de baja intensidad).

Podría decirse que la forma más fácil y rentable de germinar una semilla de cannabis es colocarla entre toallas de papel húmedas (a menudo denominado "el método de germinación de las toallas de papel"). Agrega un poco de agua a las toallas de papel y exprime el exceso de agua.

Lo ideal es que las toallas de papel estén húmedas pero que no goteen agua. Coloca la (s) semilla (s) entre las toallas de papel húmedas, pon las toallas de papel en una bolsa de sándwich para retener la humedad y colócala en el alféizar de una ventana donde recibirá algo de luz, pero no demasiada. Mantén las toallas de papel húmedas hasta que las semillas de cannabis germinadas estén listas para trasplantar.

Si la temperatura de la habitación es demasiado fría, considera usar un tapete calefactor, que se puede encontrar en la mayoría de los grandes almacenes en la sección de jardinería. La tasa de éxito del método de la toalla de papel es alta siempre que el cultivador vigile de cerca el proceso hasta que la semilla germinada esté lista para ser trasplantada a tierra para macetas, gránulos de turba o un medio de cultivo diferente.

Se pueden incorporar varios productos como los “enraizantes rápidos” a las estrategias de germinación, sin embargo, no son tan rentables como el método de las toallas de papel.

¿Cuándo se puede trasplantar la semilla?

Ver germinar una semilla de cannabis puede ser muy parecido a esperar a que hierva el agua: lleva tiempo (normalmente un par de semanas). Las semillas eventualmente se abrirán y una raíz blanca saldrá disparada de la cáscara de la semilla de cannabis agrietada. La raíz blanca a menudo se conoce como raíz primaria. Una vez que la semilla que brota tenga una raíz pivotante fuerte, estará lista para ser trasplantada.

Encuentra un recipiente para tu espacio de cultivo, llénalo con tierra (o su medio de cultivo preferido) y haz un agujero donde se colocará la semilla. Con unas pinzas, coloca la semilla con la raíz principal hacia abajo en el agujero. Luego, cúbrela con tierra.

A partir de ahí, puedes convertir la semilla de cannabis en una planta de cannabis grande. Una desventaja de cultivar cannabis a partir de semillas es que no sabrás si las plantas de marihuana son masculinas o femeninas durante varias semanas.

Si la planta joven resulta ser macho, entonces es básicamente inútil. Usar semillas de cannabis feminizadas es una buena manera de asegurarte de que las plantas no sean machos, lo que te ahorra bastante tiempo.