Cómo dejar la adicción a las apuestas

Casino. / Pixabay
Casino. / Pixabay

Aquí tenemos algunos datos para que dejes las apuestas compulsivas y la adicción.

Cómo dejar la adicción a las apuestas

Para muchos ludópatas lo difícil no es dejar de jugar, sino mantenerse firme con el compromiso de no volver a jugar de manera compulsiva. El internet ha hecho posible que los juegos sean mucho más accesibles, y por lo tanto más difícil que los adictos al juego les sea más difícil evitarlos. Los casino en vivo y casas de apuestas en línea están abiertos todo el día y todos los días, para cualquiera que posea un teléfono inteligente o tenga una computadora. Mantener el compromiso de alejarse del juego es posible si evitas sitios web tentadores, renuncias por un tiempo a manejar tus finanzas y encuentres actividades más saludables para sustituir el juego.

Elegir opciones más saludables

Una manera de dejar de jugar es eliminar todo elemento que te conduzca a jugar. Los cuatro elementos para que continúes jugando son:

Una decisión. Para jugar solo tienes que tomar la decisión de jugar. Si tienes un impulso, llama a alguien y piensa en las consecuencias de tus acciones, y busca inmediatamente otra cosa que hacer.

El dinero. Sin dinero no se puede apostar. Deja que otra persona se encargue de tus finanzas, deshazte de tus tarjetas de crédito, elimina las cuentas de apuestas en línea, haz que los bancos hagan los pagos automáticos por ti, y mantén solo la mínima cantidad de dinero en efectivo.

Tiempo. Ni siquiera los juego en línea pudieran ser posible si no se tiene tiempo para ello. Programa un tiempo libre para ti que no tenga que ver nada con el juego. Si estás jugando en tu smartphone busca otra manera de llenar tus momentos de ocio.

Un juego. Sin juego no hay apuestas. No te pongas en ambientes tentadores. Di a los establecimientos donde estás acostumbrado a jugar que tienes una adicción al juego y que te restrinjan la entrada. Elimina las aplicaciones de juego en tu smartphone y bloquea los sitios de juego en tu computadora.

Cómo lidiar con las ansias de jugar

Sentir la necesidad de jugar es normal, pero a medida que vayas tomando decisiones más sanas y creando una buena red de apoyo, te será más fácil resistir los antojos. Cuando te ataquen las ansias de jugar:

Evita el aislamiento. Llama a un familiar, reúnete con algún amigo para tomar un café o dar un paseo, o acude a una reunión de jugadores anónimos.

Pospón el juego. Decirte a ti mismo que vas a esperar 5, 15 minutos o una hora, es una buena idea. Mientras esperas, se te pueden pasar las ganas de jugar.

Visualiza qué pasaría si le das riendas sueltas a tus ansias de jugar. Piensa cómo te sentirías si perdieras todo el dinero que tienes, y que otra vez te hayas decepcionado a ti mismo y a los tuyos.

Distráete con alguna otra actividad, como ver una película, ir al gimnasio o practicar algún tipo de ejercicio de relajación para olvidarte de las ansias de jugar.

Cómo hacer frente a las caídas

Si no puedes resistir las ganas de jugar, no seas muy duro contigo mismo ni lo utilices como excusa para flaquear. Dejar de jugar no es fácil, superar la adicción es un proceso muy duro. Es posible que tengas un resbalón de vez en cuando, pero lo importante es que aprendas de tus errores y sigas trabajando para recuperarte.

Cómo ayudar a una persona a dejar el juego

Si tienes un ser querido con problemas de juego, seguro tienes sentimientos encontrados. Es posible que hayas perdido mucho tiempo y energía tratando de que dejara de jugar o incluso estés cansado de encubrirlo. Incluso puedes estar muy molesto con él por haber vuelto a jugar. Es muy posible que haya pedido dinero prestado o incluso robado sin poder reponerlo luego. O puede que haya vendido alguna posesión de la familia o haya contraído grandes deudas con las tarjetas de crédito.

Aunque los jugadores compulsivos necesitan el apoyo de la familia y amigos para ayudarles en su lucha por dejar el juego, la decisión solo es de ellos. Por mucho que tú quieras, no puedes hacer nada para que deje de jugar. Sin embargo, si puedes animarlo a que busque ayuda, apoyarlo en sus esfuerzos y a protegerse de sí mismo.

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