Una zona libre de nicotina

Pulmones.
Pulmones.

¿Es bueno en matemáticas?  Me preguntó sin más, al pasar junto a su lado.Una pregunta casual a la vera del camino que sumada a otras anécdotas del buen vivir, se disfrutan cada sábado por la mañana al salir a trotar.

Una zona libre de nicotina

Hoy, día de celebración para mis pulmones que ya suman 27 años de ser una "zona libre de nicotina", les regalé lo que a ellos más les gusta, mis salidas a trotar un sábado por la mañana por las calles de las barriadas de Heredia, lugar bueno para vivir, que atrapa a todo forastero que como yo, llegó a sus dominios, sin saber que de este lugar no se iría nunca más.

El "fondo de una hora" ida y vuelta desde Mercedes Norte hasta la Medicatura Forense al final de San Joaquín de Flores, es un regalo para el alma, lleno de sonidos, de color y en el que de cuando en vez, suceden cosas simpáticas.  Por media calle, los vecinos, casi todos te retornan el saludo de "buen día" y los “colegas de la cinta asfáltica" no faltan a la cita, convencidos como yo de que al salir a trotar, se le suman minutos y días a la buena vida.   

Hoy en particular, tres hechos destacados, el primero de ellos, cuando voy llegando a San Joaquín de ida y saludo a una runner que viene en contravía y ella en baja voz me lo retorna amablemente, unos pasos adelante un vecino que observó la escena estando plácidamente sentado al frente de su casa, con el periódico del día a la mano y que al pasar me dice a viva voz:  ¡No te devolvió el saludo la vieja esa, es que es una amargada!, solo atiné a responderle sin detener mi marcha,  "si me respondió que tenga un buen día” ha de conocerla bien y alguna bronca habrán tenido, atiné a pensar y continué.  Más adelante, alcancé a dos parroquianos que estoy seguro no habían llegado a dormir a la casa la noche anterior, uno de ellos con un saco al hombro (Imaginé que eran naranjas lo que cargaba), al pasar a su lado, me grita el otro: ¿Es bueno en matemáticas? Le respondí que sí y me dice: 30 x 40 le dije 1.200 y no quedó muy convencido si no es por el otro que corroboró mi respuesta, seguí trotando, pensando que estaría "haciendo números" sobre la ganancia que harían con la venta del saco.

Ya de regreso, la escuela de futbol en la plaza y justo al pasar detrás del marco, observé al portero de unos nueve años, “volar de palo a palo” para detener tremendo remate que amenazaba colarse en su portería, se le ve pasta pensé, luego me sorprendió el dulce sonido de la marimba que anima la “feria del agricultor” justo detrás del templo parroquial.  A menos de un kilómetro para terminar,  paso por debajo de un palo de guayabas, y una enorme y madura fruta cae a menos de medio metro de mi cabeza, yo seguí trotando a casa, pensando en que habría pasado si me cae en la “mera torre” cual manzana de Newton, de seguro no habría tenido una fuente de luz como para pensar en una nueva ley de la Física, pero si fue suficiente para entrar en razón de lo divertido que había resultado la celebración del 27 aniversario de mis pulmones, tanto que me dio para escribir estas líneas y celebrar a la vida, una vez más.

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