5 síntomas que podrían indicar que algo no va bien con tu oído 

Dolor de oídos. / RR SS
Dolor de oídos. / RR SS
¿Escuchas zumbidos? ¿Te molestan los ruidos pequeños? ¿Sientes tus propias palpitaciones? En este artículo te contamos cuando debes o NO preocuparte por las señales que envía este órgano sensorial. 
5 síntomas que podrían indicar que algo no va bien con tu oído 

Hablemos de una de las estructuras más compleas de nuestro organismo: el oído. ¿Escuchas zumbidos constantemente? ¿te molestan los ruidos pequeños? ¿puedes sentir tus propias palpitaciones? Aunque no lo creas, estas son algunas señales que podrían indicar el inicio de algún trastorno auditivo.

Presta atención:

> Perdida temporal de la audición. Es normal que esto se produzca cuando hemos estado expuestos ruidos fuertes por un período prolongado de tiempo y suele presentarse en uno o en ambos oídos. Pero ¿es normal que este síntoma se presente constantemente? Definitivamente NO. En ese caso solo hay una opción: acudir con un especialista. 

> Zumbidos intermitentes en los oídos. Este síntoma se conoce como tinnitus y suele ser una pista de trastornos auditivos como la pérdida auditiva por la edad, una lesión o infección de oído.

> Molestia o dolor ante los ruidos pequeños. Si los ruidos repetitivos que hay a tu alrededor (incluso los que son realmente bajos como el goteo de agua, la masticación o la explosión de una bomba de goma de mascar) te molestan todo el tiempo, es hora de ir con el especialista, ya que podrías sufrir de misofonia (un trastorno que implica una mínima tolerancia ante los sonidos de baja intensidad).

> Vértigo. Si además de escuchar zumbidos experimentas vértigo, mareos severos y perdida de la audición, podrías estar frente a la Enfermedad de Ménière, una afección crónica que suele afectar un oído y una causa común de sordera.

> Escuchas tu propio pulso constantemente. Se conoce como tinnitus pulsátil o rítmico y, de acuerdo con expertos, a menudo es causado por problemas de salud específicos: como vasos sanguíneos irregulares, presión arterial alta, anemia, aterosclerosis, tumores de cabeza y cuello o problemas de conexión entre las arterias, tal como expone El Confidencial. @mundiario