Estas 5 posiciones de yoga calmarán tus cólicos menstruales

Yoga. RRSS.
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Maestros y expertos hablan mucho sobre por qué no se puede hacer yoga durante el período, pero el hecho es que practicar ciertas posturas durante esos días del mes puede ayudarte a aliviar los dolores y molestias que tanto te hacen sentir mal.

Estas 5 posiciones de yoga calmarán tus cólicos menstruales

Todo comienza con calambres, pero ¿qué son exactamente? Los calambres, o dolores menstruales, ocurren cuando los músculos del útero de la hembra se contraen. Esto rompe el revestimiento del útero y lo expulsa de su cuerpo como un período. Afortunadamente, los calambres provienen de los músculos, que pueden aliviarse mediante posturas que se enfocan en la parte inferior del abdomen y la pelvis.

Cuando las cosas se ponen difíciles, durante dos o tres días, (generalmente alrededor del comienzo de un ciclo antes de la menstruación), estas cinco posturas son maravillosas para agregar a tu práctica:

1. Giro sentado

Acompañada por su respiración, esta postura trabaja tanto en el abdomen como en las áreas de la pelvis al comprimir y limpiar las áreas musculares.

Comienza sentada con ambas piernas extendidas delante de ti. Dobla la rodilla derecha, colocando el pie adyacente a la rodilla izquierda. Levanta el brazo izquierdo para inhalar, girándolo hacia la derecha mirando por encima del hombro. Mientras lo haces, coloca tu codo sobre tu rodilla para una autoayuda. Muévete suavemente en el giro con cada una de tus exhalaciones, respirando por lo menos cinco veces.

2. Pose de puente

Esta suave presión del vientre sobre tu puente de caderas hacia arriba puede comprimir cómodamente los músculos de toda la región del abdomen y la pelvis.

Desde tu espalda, dobla ambas rodillas, colocando tus pies en el piso y tus manos casi tocando la parte posterior de tus talones. Con la parte posterior de la cabeza y los hombros nivelados cómodamente al piso, inhale y presione sobre tus pies, levantando las caderas de la colchoneta. Puedes permanecer así, en un puente bajo, o continuar elevando las caderas más arriba en cada inhalación, presionando los hombros y los antebrazos hacia el piso para obtener apoyo. Baja la espalda después de cinco a 10 respiraciones.

3. Postura sentada de ángulo limitado

Trabajando los músculos internos de la pelvis y las caderas internas, siéntete libre de agregar accesorios (como un bloque debajo de las rodillas, debajo de la frente o variaciones usando una manta) para un enfoque más reparador.

Desde una silla, junta las plantas de los pies con las rodillas hacia un lado y presiona los pulgares en los arcos interiores de los pies. Extiende tu columna vertebral por mucho tiempo al inhalar, alargando el pecho y la barbilla hacia adelante. En la exhalación, imagina acercar tu ombligo para tocar tus pies. Repite este ciclo cinco o más veces, sincroniza con tu respiración y continúa manteniendo la columna vertebral extendida todo el tiempo.

4. Doblez doble hacia adelante

Esta suave presión de los muslos en tu vientre adolorido puede dar una sensación de ir hacia adentro, lo que es relajante tanto para tu cuerpo como para tu mente. Si tienes músculos isquiotibiales más apretados, siéntate libre de usar una correa o una toalla grande para envolver alrededor de las plantas de sus pies y ayudar a que la extensión se doble hacia adelante.

Desde una silla, extiende ambas piernas delante de ti. Siéntete libre de doblar las rodillas en este caso, especialmente si no eres muy flexible en los músculos isquiotibiales o no te ha calentado. Con la correa, o con las rodillas dobladas, al inhalar, extiende el pecho hacia tus pies (como se sugiere en la postura anterior). Manteniendo la columna vertebral estirada y no encorvada, muévete hacia el pliegue con cada exhalación cuando el espacio te lo permita. Es importante continuar respirando profundamente en este, así que haz que las inhalaciones y exhala sean largas y profundas para obtener el máximo alivio del dolor.

5. Postura del niño

Cuando todo lo demás falla, el niño lo soluciona.

Desde una posición de rodillas, coloca el pecho sobre los muslos con los brazos extendidos hacia delante. En esta versión, se recomienda que tengas el pecho en los muslos en lugar de las piernas anchas para el beneficio de una compresión suave en los músculos de tu abdomen en tus propias piernas. Sentir su respiración y escuchar el sonido de tu respiración puede ser increíblemente enriquecedor y curativo al mismo tiempo que proporcionas alivio físico.  @mundiario

 

 

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