5 consejos para viajar con alguien que padece de demencia

Alzheimer. / RR SS
Alzheimer. / RR SS

Se debe evaluar con honestidad la capacidad del acompañante que padece demencia y asegurarse de que siempre lleve alguna identificación, en caso de que lleguen a separarse.

5 consejos para viajar con alguien que padece de demencia

1 de cada 9 personas de 65 años puede sufrir deterioro cognitivo. O pérdida de la memoria, lo cual afecta la vida diaria. Esta es una realidad ineludible, pues cada vez está más presente para muchas familias. Muchas veces, las personas que padecen demencia necesitan hacer viajes y esto trae consigo ciertos desafíos.

En primer lugar, se debe evaluar con honestidad la capacidad del acompañante y asegurarse de que en todo momento lleve algún tipo de identificación, en caso de que lleguen a separarse. Cuando alguien es diagnosticado con demencia, la vida de la familia cambia por completo, sobre todo a medida que avanza la enfermedad.

Consejos para viajar con alguien que padece de demencia

Entre los consejos para viajar con alguien que padece de demencia se encuentran los siguientes:

  • Usar baños familiares unisex: los cuales deberían ser una norma en todas las paradas de descanso, aunque lamentablemente no es así; pero, este tipo de baños podrían resolver los problemas de una madre soltera que debe ir al baño con un niño, o el de un familiar que necesite llevar a su acompañante que sufre de demencia. Aunque algunos baños tienen letreros en los que dicen: “Un asistente del sexo opuesto puede acompañar a una persona discapacitada”, pero estos no siempre están disponibles, por lo que no se debe sentir vergüenza, sino explicar la situación.
  • Llegar lo antes posible: las personas que sufren de demencia experimentan mucha confusión, por lo que los viajes se convierten en un desafío. Para ello se recomienda un viaje único con un destino en específico, pues, cuando se hacen viajes paralelos, las personas que padecen demencia podrían llegar a sentir terror y ansiedad.
  • Tener un plan: elegir una ruta con anticipación y planificar la reservación, preguntando de antemano si el acceso a la habitación es complicado o sencillo. Una vez que esté dentro, cierre la puerta y esté al tanto de que la cadena no será suficiente, ya que la persona que sufre de demencia igual la puede abrir a medianoche. Para ello, coloque una silla u otros objetos de gran volumen frente a la puerta. No es un impedimento total, pero el ruido le ayudaría a despertar y prestar asistencia a la persona.
  • Llevar un acompañante: para que le brinde apoyo; si su amigo es de buen ánimo, mucho mejor, pues, la persona que sufre demencia también necesita de la simpatía de los demás.
  • Contar hasta diez: en caso de no tener paciencia, pues, es un camino que no se elige, sino que simplemente llega y ya. Solo queda asumirlo.

La paciencia, el quitarse la vergüenza de encima, la amabilidad y los amigos y familiares cariñosos harán que el viaje sea ameno, tanto para quien conduce, como para quien sufre de demencia. Lo más importante es tener la disposición de apoyar a quien padece esta terrible enfermedad. @mundiario

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