18 de junio: Día mundial del cáncer de riñón, mira cómo prevenirlo

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El cáncer de riñón es silencioso. /Pfizer

Al cáncer de riñón se le conoce como “el cáncer que no avisa” porque el 95 % de los casos se presentan de forma esporádica.

18 de junio: Día mundial del cáncer de riñón, mira cómo prevenirlo

EL 18 de junio se conmemora el día mundial de esta enfermedad y este año se está destacando la importancia de practicar ejercicio físico para prevenirlo. Sus causas exactas se desconocen y aparece normalmente "de la nada". Por ello se vuelve indispensable conocer esta enfermedad, saber cómo prevenirla y en caso de tener alguna duda, saber a quién recurrir y cómo comenzar a tratarla si sospechamos padecerla.

Sin síntomas

Según la Sociedad Española de Oncología Médica, el 95 % de los casos de cáncer de riñón suelen presentarse de forma ocasional y solo un 5 % son de origen genético o hereditario. Estas características sumadas a que en su etapa inicial no muestra algún signo o síntoma, hacen que a esta enfermedad también se le conozca como el cáncer que no avisa.

Hasta hoy, se desconocen las causas exactas que pueden desencadenar este tipo de cáncer; sin embargo, se sabe que fumar redobla el riesgo de desarrollarlo. Puede aumentar también con la obesidad, el uso indiscriminado de analgésicos, padecer presión alta, exponerse a ciertos productos químicos como el cadmio y el asbesto y tener enfermedad renal avanzada (que implica hacerse diálisis), se relacionan con un mayor riesgo de padecer este tumor.

A nivel hereditario, las personas con un familiar en primer grado de consanguinidad que padezca cáncer de riñón tienen, también, mayor probabilidad de sufrirlo. Adicionalmente, existen otras enfermedades que pueden desencadenar este tipo de tumor, tal es el caso de la enfermedad de Von Hippel-Lindau y el síndrome de Cowden.

De acuerdo con cifras de la Coalición Internacional del Cáncer de Riñón, aproximadamente unas 338.000 personas se diagnostican anualmente con este tipo de cáncer, en todo el mundo, por tanto es una enfermedad a la que hay que prestarle atención.

Síntomas del cáncer de riñón avanzado

De acuerdo con la Sociedad Americana contra el Cáncer, los tumores de riñón en fases avanzadas sí pueden provocar síntomas. Aunque estos signos también se dan en otras enfermedades, se recomienda prestar atención y acudir al médico si se presenta:

  • - Sangre en la orina.
  • - Dolor y una protuberancia en la espalda baja o costado.
  • - Pérdida de peso inexplicable.
  • - Anemia.
  • - Fiebre sin causa alguna y que no desaparece.
  • - Fatiga.
  • - Falta de apetito.

 

Diagnóstico por casualidad

Como la mayoría de los casos de cáncer de riñón suelen presentarse de forma esporádica y en aproximadamente un 40 % no se dan síntomas, su diagnóstico suele ocurrir por una eventualidad o cuando el tumor ya está en etapas más avanzadas.

Al ubicarse los riñones en un área profunda del cuerpo, en muchas ocasiones el cáncer no se puede ver o palpar con un examen físico. Se suma también el peligro de que no causa dolor y no existen pruebas recomendables para realizar una detección precoz de la enfermedad.

Cómo se detecta

Cuando se tiene sospecha de un cáncer de riñón, el médico tratante realizará un examen físico para ver si existe alguna masa o bulto en la zona y levantará un historial del paciente con el fin de analizar sus factores de riesgo. Asimismo, le remitirá una prueba de orina para conocer si existen pequeñas cantidades de sangre o algún otro factor importante en la muestra.

Adicionalmente, se deberá realizar un estudio por imágenes que puede ser desde un ultrasonidohasta una tomografía computarizada (TAC) o una resonancia magnética, con el propósito de determinar y evaluar si existen masas en el riñón.

Ejercicio como prevención

La doctora Eyra Medina, Gerente Médico de Pfizer Centroamérica y Caribe, entrevistada por este tema explica: “El cáncer de células renales es el más común y suele originarse en las células de la corteza del riñón, donde se desarrolla la función más importante de este órgano que es eliminar todas las toxinas del organismo para ayudar a filtrar la sangre”, haciendo notar lo frecuente que es este tipo de cáncer. Señala también que una forma de prevenirlo y evitar un daño irreversible en los riñones es el ejercicio: “Los instamos a seguir practicando ejercicio físico, alineado con el lema del día mundial de esta enfermedad en el año 2020, siempre y cuando el paciente no lo tenga contraindicado por su médico. El ejercicio puede ayudar a mantener el cuerpo más energizado, mejorar el estado de ánimo y en general, mejorar la calidad de vida”.

No solo quienes tengan este tipo de cáncer deben ejercitarse, se recomienda hacer ejercicio físico, a quienes tengan factores de riesgo, pero también a la población en general, con el propósito de disminuir las probabilidades de padecer este cáncer u otros. Otros consejos que pueden aplicar estas personas es dejar de fumar, mantener un peso saludable, llevar una alimentación balanceada y con alto contenido de frutas y verduras, así como evitar la exposición en el lugar de trabajo a sustancias dañinas como el tricloroetileno.

Tratamientos del cáncer de riñón

Existen diferentes tratamientos para las personas con cáncer de células renales. A nivel localizado, el principal es la cirugía, ya que permite extraer el riñón por completo o solamente el tumor con el tejido que rodea al órgano respectivo. También, se utiliza la radioterapia cuando una persona tiene un solo riñón o no está lo suficientemente saludable para someterse a una operación.

Otros tipos de tratamientos son de carácter sistémico; es decir, se administran vía oral o intravenosa y pueden impactar las células cancerosas en todo el cuerpo. Específicamente, destacan las terapias dirigidas que se usan para tratar cánceres avanzados de riñón y permiten reducir el desarrollo de la enfermedad e inclusive, una mejor calidad de vida para los pacientes.

Los medicamentos que trabajan de forma dirigida tienen un valor doblemente importante, ya que algunos de estos tratamientos también funcionan después de una cirugía para ayudar a disminuir el alto riesgo de recurrencia del cáncer, en aquellas personas cuya probabilidad de recurrencia es alta.

“Consideramos que las terapias dirigidas están brindando a los médicos variedad de opciones terapéuticas para pacientes con cáncer de células renales. Estos tratamientos han demostrado su valor con una eficacia mejorada y a medida en que tanto la investigación clínica como la experiencia con esta enfermedad sigan avanzando, podremos mejorar e inclusive traer nuevas opciones para ellos”, comentó la doctora Medina.

La buena relación entre el médico y el paciente siempre es vital, así como mantener una buena comunicación. Todo paciente debe consultar lo necesario con respecto a su enfermedad y al tratamiento, incluyendo cómo afectará su ritmo de vida actual y los efectos que tendrá. @mundiario

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