Historias de las Copas del Mundo: Just Fontaine, el fusil de asalto francés

Just Fontaine, máximo goleador del Mundial de Suecia 1958. / Foto original L´Equipe
Just Fontaine, máximo goleador del Mundial de Suecia 1958. / Foto original L´Equipe
En el Mundial de 1958 la selección entrenada por Albert Batteux y que estaba comandada por Raymond Kopa, contó con el instinto goleador del ariete nacido en Marruecos.
Historias de las Copas del Mundo: Just Fontaine, el fusil de asalto francés

El Campeonato Mundial de Suecia de 1958 siempre será recordado como el Mundial de Pelé, La figura del 10 de la canarinha es venerada desde entonces, a pesar de que Didí fue designado el mejor futbolista del torneo y que un delantero que jugaba en el Stade Reims, se alzó como el máximo goleador con una cifra que hasta ahora, no se ha vuelto a ver en la cita máxima organizada por la FIFA, porque aquel delantero nacido en Marruecos pero que defendía los colores de Francia, fue capaz de anotar 13 tantos en 6 partidos, para dejar su promedio en un increíble 2.16 goles por encuentro. 

Para que se hagan una idea de lo significa este logro, tenemos que hablar de Miroslav Klose. El killer de la Selección de Alemania necesitó cuatro participaciones en las Copas del Mundo y 24 juegos para sumar 16 dianas. El brasileño Ronaldo, considerado el mejor 9 de la historia del balompié está en el segundo puesto con 15 en 19 entorchados. Ninguno de ellos estuvieron a la altura de la gesta de Fontaine. 

Su historia antes de llegar a tierras suecas está íntimamente relacionada a la gran figura del combinado francés. Raymond Kopa era la estrella del Reims, pero al final de la temporada 1955-1956 se marchó al Real Madrid. Avalado por dos buenas campañas con el Niza, pero especialmente por sus soberbias actuaciones con el Union Sportive Marocaine de Casablanca, cuando Marruecos era un protectorado francés.

Aunque no gozaba de la técnica propia que caracteriza a los mejores exponentes del balompié galo, Fontaine tenía una pasmosa facilidad para perforar las redes. Su juego estaba basado en la velocidad, sentido de anticipación y la precisión de sus remates con los pies y con la cabeza. El área chica era su hábitat natural, porque no perdonaba el más mínimo error de la defensa. 

Llegó por casualidad al Mundial

La primera vez que defendió los colores franceses fue en 1953. Ante Luxemburgo, anotó 3 de los ocho goles de su selección, pero a pesar de esa actuación, no fue convocado hasta 1956, en un encuentro que se saldó con derrota para los suyos 1-2 contra la Hungría de Puskas, Czibor y Kocsis. Después tuvo dos apariciones más, una en un juego clasificatorio mundialista ese mismo año para enfrentar a Bélgica y otro en 1957 contra los húngaros nuevamente. 

A pesar de promediar 1.22 goles por encuentro, producto de 39 pelotas que introdujo al fondo de las redes en la campaña 1957-1958 con su club, el seleccionador Albert Batteux no contaba con él, pero una inoportuna lesión de René Bliard le abrió las puertas para su cita con la historia en Suecia

Sin duda esas semanas en territorio escandinavo fueron incomparables. Su primer partido terminó con un hat-trick contra Paraguay, anotó otros dos ante Yugoslavia, marcó el decisivo en la victoria sobre Escocia, sumó un nuevo par cuando se enfrentó a Irlanda del Norte, aunque no pudo evitar la debacle que sufrieron los galos con la exhibición de Pelé fue capaz de aportar un gol. 

Dejó lo mejor para el final

En el estadio Gamla Ullevi llegaba Fontaine con 9 goles en el torneo, que lo colocaba a dos de la mejor marca registrada hasta entonces en los mundiales, que la consiguió Sándor Kocsis en Suiza 1954. Batteux decidió colocarlo como mediapunta, para que Kopa adelantara su posición. El experimento funcionó porque el atacante marcó un póker.

Aquellos cuatro goles le sirvieron para dejar atrás el registro del húngaro y para poner más tierra de por medio con sus más inmediatos perseguidores, por el título de máximo goleador del torneo: Pelé y Helmut Rahn, que terminaron su participación con 6 tantos cada uno. 

La hazaña que ya cumplió 64 años, pasó por debajo de cuerdas para el gran público como lo explica la publicación Cambio 16, que asegura que Fontaine no recibió reconocimiento alguno como una placa, o Bota de oro: "La única conmemoración a su hazaña fue la de un periódico sueco, que le regaló un fusil para simbolizar el título de máximo goleador."

Algunas voces aseguraban que ese logro de Fontaine no era tal, porque consideraban que antes era mucho más sencillo anotar goles. Al respecto el propio exjugador dijo lo siguiente años atrás en una entrevista a The Guardian. 

"No, no era más fácil anotar en 1958" y agregó: “El estado del balón, la duración de los viajes entre un partido y otro y el amateurismo hacían que todo fuera mucho más complicado que hoy. Yo también tenía botas ajenas. Y el último gran goleador mundialista, Ronaldo, jugó contra equipos como China y Costa Rica. Por encima de todo, los árbitros protegen a los delanteros mucho más que en mi época. Así que permítanme repetirlo: 13 goles es un total enorme. ¿Batir mi récord? No creo que se pueda lograr. "

Su vida tras los 13 goles en Suecia

Tras finalizar el Mundial, Just Fontaine siguió a lo suyo con el Stade de Reims. Su trayectoria le sirvió para llegar en el tercer puesto por el Balón de Oro, un premio que se llevó su compañero de selección Raymond Kopa. El máximo goleador de Suecia 1958 también vio como Helmut Rahn se trepaba en el segundo puesto de la votación. 

La temporada 1958-1959 fue muy buena para él, dejando 0.86 de promedio gracias a 36 tantos en 42 encuentros, pero en la final de la Copa de Europa a su equipo se le atragantó nuevamente el Real Madrid con Kopa y Di Stéfano a la cabeza, en la finalísima que se disputó en Stuttgart, que terminó 2-0.

Su carrera mantenía la inercia de efectividad de cara a puerta. Paralelamente entre 1958 y 1959 con Francia formó parte del equipo que participó en la Eurocopa de 1960, la cual tuvo una fase de clasificación, que llevaría a los últimos 4 conjuntos a la ronda final para buscar un cupo en el partido decisivo que se jugaría en el Parque de los Príncipes

Fontaine anotó cinco dianas en total, un par ante Grecia el 1 de octubre de 1958 y tres contra Austria el 13 de diciembre de 1959, correspondiente a la segunda ronda del torneo. 

Una lesión acabó con su carrera

Después de ese juego de la Eurocopa, defendió los colores de su país, ambos amistosos. La España entrenada por Helenio Herrera (a la que le metió un gol) y a Chile el 16 de marzo de 1960. El cancerbero del seleccionado sudamericano sacó seis veces el esférico desde el fondo de las redes, dos de ellos cortesía de Fontaine.

Lo que nadie sospechaba es que esos fueron sus últimos gritos de gol con Francia, porque cuatro días después vivió una auténtica desgracia. Sufrió una durísima entrada del futbolista marfileño Sékou Touré, que le provocó una fractura de tibia y peroné durante una acción del Stade de Reims vs Sochaux.

Después de recuperarse y volver a los terrenos de juego, sufrió una fractura en la pierna izquierda el 1 de enero de 1961 contra el Limoges. La recuperación total nunca llegó y se vio obligado a retirarse prematuramente con 28 años en julio de 1962. 

Cosas que pocos saben de Just Fontaine

Como él mismo lo dijo en la entrevista a The Guardian, jugó con unas botas prestadas que pertenecían a su compañero Stephan Bruey

Tras su retiro consiguió el carné de entrenador ese mismo año (1962). En 1966 tomó las riendas de la selección francesa durante dos encuentros, después se sentó en el banquillo del Luçon Football Club entre 1968 y 1969. Unos años más tarde volvió al ruedo con el PSG y el US Toulouse, para finalizar su trayectoria con la Selección de Marruecos. 

Anotó el primer hat-trick de la historia de la Eurocopa, en el partido contra Austria el 13 de diciembre de 1959.

En 2014 recibió un Botín de Platino en honor a su campeonato goleador del Mundial de 1958

Jugó el Mundial con el dorsal 17, pero durante su carrera también utilizó el 13 y el 9.

Promedió más de un gol por encuentro con Francia en partidos oficiales: 3 dianas en 2 partidos de clasificación al Mundial, 13 en 6 en el Mundial de 1958 y 5 en 2 encuentros de la Eurocopa pero en cuanto a los amistosos, su promedio fue un poco inferior porque sumó en total 9 goles en 11 participaciones. @mundiario

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