No utilizo el coche: ¿necesito un seguro?

Coche circulando por la nieve.
Coche circulando por la nieve.
Muchas personas piensan que si no utilizan su coche no tienen la obligación de asegurarlo. Es un error. La respuesta corta a la pregunta con la que titulamos este artículo es “sí”.
No utilizo el coche: ¿necesito un seguro?

La ley es tajante: si eres propietario de un vehículo, estás obligado a contratar y a renovar un seguro que cubra la responsabilidad civil de quien conduce el vehículo. De todos los seguros de coches que existen, este es el seguro mínimo. “Todo propietario de vehículos a motor que tenga su estacionamiento habitual en España estará obligado a suscribir y mantener en vigor un contrato de seguro por cada vehículo de que sea titular”, dice la Ley 21/2007, por la que se modifica el texto refundido de la Ley sobre responsabilidad civil y seguro en la circulación de vehículos a motor. La norma no distingue entre coches que circulan y coches parados.

Si eres propietario de un coche que no tiene el seguro obligatorio, la sanción prevista en la ley va de 601 a 3.005 euros, en función de si el vehículo estaba circulando o no, del tipo de vehículo, de la gravedad de los hechos, del tiempo que lleve sin asegurar y de la posible reincidencia de su propietario.

La razón del seguro obligatorio, aunque el coche no circule

La razón de que la ley obligue a contratar un seguro mínimo es muy sencilla: en el indeseable caso de un accidente de tráfico, las consecuencias pueden ser graves y dar lugar a las correspondientes indemnizaciones. Si no existiera el seguro, podría ocurrir que el responsable del accidente no pudiera (o no quisiera) cubrir esas indemnizaciones, acarreando un grave perjuicio a los sujetos que tienen derecho a indemnización. Para garantizar que el causante del siniestro responde de sus posibles responsabilidades con las víctimas existe el seguro obligatorio a terceros.

Podrías preguntarte: “Pero si está en el garaje y no circula, ¿cómo va a causar un daño mi vehículo?”. Pues bien, la responsabilidad civil del dueño de un vehículo no se limita a la que resulte de un indeseable accidente de tráfico. Por ejemplo, piensa que el vehículo esté estacionado en un garaje, y que ocurre un incendio por culpa de un cortocircuito. Si no está asegurado, el propietario deberá indemnizar por todos los daños producidos a terceros, que en el ejemplo que hemos puesto pueden ser muy cuantiosos. O que alguien lo roba o lo usa sin tu autorización causando daños a terceros mientras circula. Con independencia de que el delincuente o usurpador luego sea responsable ante el seguro, este cubrirá todos los daños frente a terceros.

El seguro obligatorio es el seguro de responsabilidad civil, que cubre exclusivamente la responsabilidad civil del conductor frente a terceros. El seguro obligatorio reparará los daños causados a otros vehículos o en la vía pública, indemnizará a los ocupantes de cada vehículo y a los peatones en caso de que hayan sufrido alguna lesión.

Por el contrario, este seguro mínimo que todos los propietarios deben contratar no incluye los daños que sufra el conductor o su vehículo si la culpa del accidente es suya. Por eso, las compañías de seguros ofrecen coberturas ampliadas, como el seguro de daños propios o los seguros a todo riesgo.

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