Renault y FCA rompen las negociaciones para su fusión

Logo de Renault en un vehículo. / RRSS.
Logo de Renault en un vehículo. / RRSS.

Ambas marcas podrían haber dado a luz al tercer fabricante del sector, pero la presión del Estado francés y otros factores menores se cargaron el acuerdo.

Renault y FCA rompen las negociaciones para su fusión

La fusión entre Fiat Chrysler Automobiles (FCA) y Renault se ha terminado estrellando a raíz del no de los primeros. Las negociaciones se han roto y se ha perdido así el nacimiento del que iba a ser el tercer conglomerado de coches en volumen de producción. Gran parte de esta caída se debe a la presión del Estado francés, que cuenta con una importante participación en Renault.

Y es que las autoridades estatales pidieron más poder en la compañía una vez que se hiciera realidad esta unión (a día de hoy el Estado tiene un 15% de participación en el grupo). "El Estado se mantendrá firme en la defensa de los intereses industriales de Francia", explicó la semana pasada Bruno Le Maire, ministro de Economía del país galo.

Puntualmente, su despacho solicitó que se protegiera a los empleados de la marca en Francia y que la fusión fuera de un 50-50. FCA aceptó estas condiciones, e incluso dijo que la sede central de la compañía resultante se instalaría en París, un puesto para el presidente de Renault como director ejecutivo global y otro en la junta directiva para el Estado francés, algo que no formaba parte del proyecto inicial.

Como sea, echar toda la culpa a Francia no es justo pues también hubo factores económicos y políticos que jugaron un papel en esta fallida operación. Los italianos responsabilizan a los franceses, mientras que éstos a FCA y a Nissan, colega de Renault que nunca terminó de aceptar el trato.

Y es que los números de ventas de ambas partes podría haber hecho que la fusión produjera nada menos que 15 millones de unidades al año, superando a Volskwagen y Toyota, que cada uno pasa por poquito apensa de los 10 millones.

Las ventas de esta fusión pudieron haber sido evidentes en términos de ahorro de inversión y costes operativos gracias a sus plataformas comunes para los modelos y marcas del consorcio, ahorros en I+D,  así como en logísticoa, fabricación y trasvases de tecnología, explica el sitio especializado Motor Pasión.

Y eso se dice sin incluir que FCA introduciría a Renault al mercado norteamericano en retorno de que la empresa francesas contribuiría con su presencia en los segmentos mercados centrales de Europa y en la electrificación, en lo que los italianos van muy atrasados todavía. @mundiario

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