Hecho en China 2025, el plan que está lastrando a las fabricantes de EE UU

Coche eléctrico de la marca BYD. / Twitter
Coche eléctrico de la marca BYD. / Twitter

Las amenazas y sanciones emitidas por Donald Trump para los aranceles no serán gran cosa gracias al plan con el que los chinos esperan dominar la industria automotriz del mundo.

Hecho en China 2025, el plan que está lastrando a las fabricantes de EE UU

Las amenazas de Donald Trump de aumentar las tarifas a las importaciones llegadas desde China podría no ser más que una cortina de humo. Según ha reportado Forbes, respaldados por un importante asesor de comercio chino. Puntualmente se trata de Michael J. Dunne, quien ha calificado el aumento a las tarifas como una “táctica de miedo”.

“Las tarifas no son el punto central de todo esto, sino algo simplemente paralelo”, explica Dunne, ejecutivo en jefe de ZoZo Go. Este analista comercial considera que el presidente estadounidense “sabe que los chinos exportan un montón de productos a los Estados Unidos. Él (Trump) sabe que los chinos piensan “oh, Estados Unidos no está abierto a nuestros productos, eso será un problema”. Por lo tanto, prosigue con su argumento, la idea de Trump es un método desesperado por condicionar la confianza del consumidor y empresario promedio del gigante asiático. ¿De qué se trata entonces todo esto si las tarifas son solo una distracción? Tecnología.

“La tecnología es en lo que realmente están trabajando los negociadores”, prosigue. Efectivamente, es mediante la tecnología que los chinos están intentando subyugar el dominio de los fabricantes extranjeros de coches en su país y, eventualmente, apuntalarlo todo con el plan denominado adecuadamente Made in China 2025 (Hecho en China 2025) que fue establecido en 2014.

De acuerdo a Dunne, en China están convencidos de que la única forma de avanzar será “liderar todo lo relativo a la alta tecnología, incluida inteligencia artificial, vehículos autónomos, vehículos eléctricos, robótica y manufactura avanzada”. “No importa que sea, si es alta tecnología, ellos serán los líderes”. Con esto, apuntala, en Beijing esperán disparar el crecimiento económico y desarrollar sus propias compañías y la economía global, le cita Forbes.

Para los fabricantes de coches en particular, este proyecto de Made in China 2025 solo les ha ocasionado problemas. Por ejemplo, apenas entre enero y abril del año en curso, las ventas de empresas como General Motors y Ford Motor han caído en un 18% y 36%, respectivamente. Mucho más severa fue la caída de Fiat Chrysler Automobiles (FCA), cuya cuesta abajo fue de un 40% en comparación al año pasado, siempre con los datos del mismo analista.

Dunne se detiene a hacer un análisis especial de Ford. La marca del óvalo cometió el error de que esperaban aprovechar el buen momento que tuvieron en los años posteriores a 2012. Las elevadas ventas de esos cuatro o cinco años hicieron pensar a sus directivos que la compañía navegaba cómodamente y “no reinvirtieron lo suficiente, por lo que ahora están pagando ese precio”.

En cuanto a Fiat Chrysler Automobiles, que en China vende especialmente vehículos de la marca Jeep, el analista considera que simplemente no tuvieron suerte. En la década de los 90 Jeep se atrevió a vender su modelo Cherokee en China justo cuando las ventas de coches SUV estaban atravesando su peor momento en el mismo país y abandonaron el mercado. Cuando el grupo quiso volver a darle una oportunidad a Jeep, en lugar de volver con Cherokee, lo hicieron con el modelo Renegade, el cual no encajó en las exigencias del mercado chino. “Ellos (FCA) no han entendido cómo son los consumidores chinos”. Y es que las estadísticas hablan por sí solas: de 10 millones de potenciales consumidores, los coches de FCA fueron comprados solamente por un 2%.

Toda esta coyuntura ha llevado a grandes empresas tecnológicas de China como Alibaba a invertir grandes sumas de dinero en el desarrollo de tecnología automotriz y en algunos casos, instalar puntos de venta en Estados Unidos. Otras, por su parte, han decidido dar el paso de expandirse todavía más y llegar a invertir en Europa de aquí a 2022 aproximadamente. Para dar una idea de qué tan enserio van, en California hay 50 marcas probando coches eléctricos y 13 de ellas son chinas.

Las fabricantes estadounidenses de vehículos empiezan a tambalearse ante el avance de sus pares chinas. “Independientemente de si Hecho en China 2025 funciona o no, los chinos están claramente en una posición de ataque. Están escalando en tecnología y se están globalizando. Están empujando. Si revisamos las acciones de los fabricantes de autos en Detroit en sus últimos cinco o 10 años, hay una retirada”, explica Dunne. La ciudad más importante del Estado de Michigan ha visto como las tres grandes fabricantes de Estados Unidos (General Motors, Ford y FCA) han ido recortando su personal, mientras otras fabricantes de otros países han abandonado sus sedes por completo.

Y así, mientras desde la Casa Blanca se las arreglan para reducir las importaciones llegadas desde China por medio de sus extravagantes tarifas, los chinos aprovechan la importación de tecnología que les llega desde Norteamérica. @mundiario

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