David Felipe Arranz retrata una década de desatinos políticos en su nuevo libro

David Felipe Arranz.
David Felipe Arranz.
España sin resolver aborda cuestiones complejas del escenario político nacional e internacional con grandes dosis de ironía y el apoyo de los datos.
David Felipe Arranz retrata una década de desatinos políticos en su nuevo libro

El filólogo y periodista vallisoletano David Felipe Arranz se adentra en su último libro en una década “poco prodigiosa” pero de “ritmo vertiginoso”, según sus propias palabras, con su estilo inconfundible que homenajea la pluma de Francisco de Quevedo o la de Mariano José de Larra y siempre a la búsqueda del librepensamiento más crítico.

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España sin resolver. Crónicas de la postransición (Pigmalión), merecedor del Premio Internacional de Pensamiento y Ensayo 2020 que otorga esta editorial, reúne más de ciento veinte artículos en torno a la realidad social y política española de la última década, marcada por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero a Pedro Sánchez, pasando por la era de Mariano Rajoy, unidos por su afán de poder.

Así, aparecen retratadas la postura de los diversos ejecutivos frente a la “Troika”, la desclasificación de las actas del FMI en 2015, la escasa defensa de la cultura, las modas de consumo como el “Black Friday”, la cara oculta de los “influencers” y el “becerro digital” de las redes sociales, el bipartidismo resistente, el movimiento secesionista en Cataluña, los últimos refugios de la bohemia periodística y literaria o el virus “que lo cambió todo” y cuyo efecto social el autor ha denominado “la hipoxia que seremos”, reflejo en realidad de “las mentiras y medias verdades de esta democracia”. Casi nada se ha escapado a su mirada a lo largo de los últimos diez años, en los que “la vida española –o la vida a la española– está mutando a velocidades de vértigo en una partida de tahúres, de jugadores de ventaja del gran capital social que tiene España”. Luis Bárcenas y “las mil y una entregas de la saga Kitchen”, el excomisario Villarejo y “la nostalgia del lodo” o el “procesíssimo” catalán, desde Artur Mas hasta Quim Torra desfilan por estas páginas.

En su obra no solo desfilan la cleptocracia y efebocracia nacionales, el autor también incluye escritos sobre el mundo teatral y literario, ya que este adicto al teatro, los museos y los libros considera que “el buen periodismo no puede ser ajeno a la realidad cultural del momento, por cuanto política y vida cultural se encuentran mezcladas”.

El abstencionismo, los grandes casos de corrupción, los políticos de “rebajas en modas y complementos”, el Banco Mundial, la precariedad salarial, la contratación pública, el Poder Judicial, nuestras relaciones internacionales con Estados Unidos y Europa, las ambiciones ministeriales, las eternas elecciones como mito de Sísifo, la desaceleración económica, el nuevo pobre, el “terraceo”, el teletrabajo, las peculiaridades de la fiscalidad regional, las coaliciones de besos y abrazos o el ruido de sables en la Unión Europea, son algunos de los temas que David Felipe Arranz da la vuelta como un calcetín, siempre desde la óptica del periodismo como rebeldía y contrapoder. Apuntan siempre sus críticas hacia el sistema político y económico, pues últimamente “las cosas han ido muy bien para los inversores de la verbena de lo digital y no tan bien para el resto, que sigue en el bache, ya permanente, de la supervivencia, lejos ya el Estado del bienestar, benefactor o providencial”. 

También hay hueco para el perfil de clásicos del orbe cultural cuando han sido noticia a lo largo de estos años, como Cervantes, Luis Vélez de Guevara, Ana Caro Mallén o Gregorio Marañón, y modernos entre los que sobresalen Juan Marsé, Rafael Argullol o Mercedes Monmany.

Por tanto, en su obra no solo desfilan la cleptocracia y efebocracia nacionales, el autor también incluye escritos sobre el mundo teatral y literario, ya que este adicto al teatro, los museos y los libros considera que “el buen periodismo no puede ser ajeno a la realidad cultural del momento, por cuanto política y vida cultural se encuentran mezcladas”. @mundiario

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