Arturo Maneiro: "El prestigio de la profesión periodística hay que ganarlo día a día, con hechos"

Arturo Maneiro. / Mundiario
Arturo Maneiro. / Mundiario

Protagonista del libro El periodismo, una profesión emocionante (Mundiediciones, 2022), cree que la información veraz, una máxima del periodismo, ganará la batalla frente a las fake news. / Entrevista

Arturo Maneiro: "El prestigio de la profesión periodística hay que ganarlo día a día, con hechos"

"El prestigio de la profesión hay que ganarlo día a día, con hechos", señala en esta entrevista el periodista Arturo Maneiro, protagonista del libro titulado El periodismo, una profesión emocionante, editado este mes por Mundiediciones.

Arturo Maneiro es colaborador y columnista de MUNDIARIO. Doctor en Ciencias de la Información por la Universidad de Navarra, fue profesor de Comunicación Audiovisual en la Universidad de Vigo (Campus de Pontevedra).​ Maneiro también fue presidente de la Asociación de Periodistas de Galicia (APG), que ahora preside María Méndez.

El libro El periodismo, una profesión emocionante, a la venta en Amazon. / Mundiediciones
El libro El periodismo, una profesión emocionante, a la venta en Amazon. / Mundiediciones

– Mundiediciones acaba de publicar el libro El periodismo, una profesión emocionante, que compila historias periodísticas alrededor de tu trayectoria profesional, contadas por 36 profesionales de la comunicación. ¿Qué sensación tienes?

– Es una sensación de inmenso agradecimiento a los que han escrito estas cosas sobre un colega y sobre la profesión. Sensación de agradecimiento a Mundiediciones por el esfuerzo realizado. Es muy de agradecer también porque, en muchas ocasiones, es más fácil criticar negativamente a los colegas que resaltar algunos aspectos positivos. Es sensación de agradecimiento y sorpresa –lo he dicho en público varias veces–, porque estas dedicatorias suelen hacerse cuando uno ha fallecido y no puede ser consciente de lo que otros dicen de su trabajo. Me gusta destacar de forma especial también, que el libro es una manifestación de sentido positivo de la profesión, en unos momentos en los que los periodistas no tenemos el reconocimiento que deberíamos obtener de la sociedad, En todo caso, nosotros debemos poner más esfuerzo para lograr ese prestigio del periodismo, con visión positiva, con la defensa a ultranza de la verdad. El prestigio de la profesión hay que ganarlo día a día, con hechos.

– ¿Por qué es tan emocionante el periodismo?

– Emocionante es algo que provoca un estado afectivo o un interés expectante. Es este interés expectante el que produce esa emoción del periodismo. El interés por la actualidad, el interés expectante por comunicar noticias que les sirvan los ciudadanos para conocer la realidad y tomar decisiones con criterio. La emoción de participar en el protagonismo de lo que acontece. Estar en primera línea de la actualidad, conocerla, comunicarla, informar, hacerlo bien. Cada día temas distintos, nuevas oportunidades de ejercer. Es emocionante la profesión si se vive en todo momento, no con sentido funcionarial o como trabajador asalariado simplemente.

– En el prólogo, María Méndez habla de tu coraje asociativo, vinculado a la Asociación de Periodistas de Galicia. ¿Por qué afrontaste ese reto?

– Bueno, siempre creí que una institución de representación profesional de los periodistas ayudaría mucho a elevar el nivel, el prestigio y la posibilidad de mejorar las condiciones profesionales. Por eso, en principio comencé con la promoción de un Congreso de Periodistas de Galicia que iniciase el proceso de creación del Colegio Profesional. De aquí surgió la necesidad de contar con una asociación que llevase la iniciativa y creamos la Asociación de Periodistas de Galicia como punto de partida. Comenzamos en mayo de 1995. Promovimos todos los procesos encaminados al colegio y tuvimos una actividad asociativa muy intensa. Luego, a partir del 2000, el colegio fue por un lado y nosotros por otro. Y desde entonces continuamos trabajando, aunque yo creí que debía bajar la intensidad asociativa y que otros tomaran el relevo.

– Alfonso Cabaleiro te retrata en la introducción a esta obra coral como un periodista vocacional. ¿Recuerdas cuándo tuviste ese latido?

– Supongo que Cabaleiro se refiere a la dedicación profesional más que a un momento de la vida en la que te das cuenta de que quieres ser periodista. Pero si tengo que reconocer que desde muy joven me gustaba escribir, promover sistemas de comunicación; primero, con un periódico mural, después con una revista de multicopista manual, siempre en un ámbito restringido como era un parroquia coruñesa en los años de 1965-66, antes del a ley de Prensa de Fraga. Y siempre estudiante y trabajando al mismo tiempo, hasta llegar a la Universidad. 

– ¿Sigue siendo el periodismo una actividad profesional que consiste en la obtención, interpretación, tratamiento y difusión de informaciones y análisis, a través de distintos medios, o se ha perdido en el túnel del tiempo?  

– Eso es el periodismo. Ese es el futuro del periodismo. Cada vez es más necesario que existan medios con garantía de fiabilidad, con profesionalidad. El hecho de que estemos en un momento de gran desarrollo técnico, de que cualquiera puede publicar lo que sea en las redes sociales, hace más necesarios los medios fiables, yo digo los tradicionales: los que tienen profesionales, una redacción, una posibilidad de contrastar, de estudiar y valorar los temas de forma conjunta y que ofrecen un producto de garantía, que no hacen amarillismo, que conforman un verdadero servicio público. Ese es el presente y el futuro.

– La información veraz, una máxima del periodismo, tropieza ahora con las fake news. ¿Quién ganará esa dura batalla?

– La batalla la ganará siempre la información veraz. El periodismo llamado antaño de removedores de cieno, el periodismo de desinformación, el periodismo de no dejes que la verdad te estropee un gran titular, siempre lo hubo. Ahora tiene más facilidad de difusión. Pero la información falsa, las noticias falsas tienen éxito porque hay mucha gente que quiere creerlas. Quiere creer que una información que coincide con lo que él piensa sea cierta, es el ya te decía yo…  Estos días hemos creído muchos que el video del presidente de Ucrania y su mujer cantando era cierto, era sensible, tierno… hasta que llegó el desmentido de quien conocía realmente a los intérpretes. Nadie estamos libre de estos engaños; pero, siempre, lo prudente es someter a un análisis muy crítico aquellas noticias que quieres que sean ciertas, porque si quieres que sean ciertas las crees a pies juntillas, aunque sean totalmente falsas. A veces, hay un exceso de confianza en las fuentes. Esto se puede ver constantemente en las redes sociales. El periodista tiene una obligación de someter las noticias a un análisis crítico y descubrir la verdad, antes de publicarla. Lógicamente, unas mentiras tienen más trascendencia que otras, y ciertos engaños no van más allá de la anécdota.

– Si algo motiva los privilegios del periodismo en la democracia es que sirve a los ciudadanos, pero a veces no es así y también sirve a otros intereses políticos o económicos. ¿Tiene eso remedio?

– No es fácil, pero tiene remedio aplicando la profesionalidad. Nunca hay que perder de vista que somos un servicio a los ciudadanos. Todos los poderes políticos o económicos pretenden siempre tener a la prensa de su parte. El profesional está expuesto a esas presiones. Los periodistas tenemos simpatías políticas o económicas, formas de pensar muy variadas, incluso algunos tienen militancia política de carné, pero, si son realmente profesionales, en ningún caso, eso le debería llevar a mentir, a tergiversar la verdad, a decir que una pérdida es un beneficio, no cosas similares. Es un tema que habría que tratar muy extensamente porque es muy importante.

– Como doctor en Ciencias de la Información, ¿crees que el periodismo debe estar en las ciencias de la comunicación o que también puede adscribirse a la sociología y la ciencia política, dentro de la rama de la comunicación política, como sucede en algunos países?

– Yo estoy convencido de que el periodismo debe estar en Ciencias de la Comunicación –con Comunicación Audiovisual y Publicidad–, pero como una carrera bien planteada: con años suficientes, con formación profunda y dedicación. Creo que los planes tipo Bolonia son excesivamente fragmentados y cortos. Hace falta más tiempo de estudio, de reflexión, de actividad intelectual y de práctica. Una facultad debe preparar a los periodistas a tener un gran sentido crítico, analizar mucho, a fondo, los temas, fomentar el sentido del rigor y de la precisión. Esto es muy difícil de aplicar en el desarrollo habitual de la profesión por las circunstancias de prisa, de poco tiempo para pensar. Por eso es más necesario ese bagaje intelectual adquirido en la facultad te facilite estos hábitos de forma automática. En todo caso, creo que es necesario debatir más y lograr definir un perfil del periodista en la actualidad. Las nuevas tecnologías y formas de comunicar hacen que sea más confusa la definición de periodista.  En todo caso, lo importante es la dedicación profesional, sin mentalidad de asalariado que le lleva a dejar de ser periodista al acabar su horario laboral. Y no se puede olvidar tampoco que cada vez será mayor el ejercicio de la profesión por cuenta propia. Como ves, cada tema que tocamos sobre el periodismo es un mundo que requeriría análisis profundos.

– Si tuvieses que elegir los medios paradigmáticos en el mundo, en la prensa, la radio y la televisión, ¿con cuáles te quedarías?

– Si me permites, prefiero no señalar. @J_L_Gomez


El libro El periodismo, una profesión emocionante. / Mundiediciones
El libro El periodismo, una profesión emocionante. / Mundiediciones

Una obra coral, editada por Mundiediciones

Redacción.- El periodismo, una profesión emocionante da título al último libro coral de Mundiediciones, ya a la venta en Amazon en versión digital y de tapa blandaLas historias periodísticas alrededor de la trayectoria profesional de Arturo Maneiro Vila acreditan en este libro que el periodismo es una profesión emocionante.

El prólogo es de la presidenta de la APG, María Méndez, mientras que el epílogo lo escribe el propio Arturo Maneiro, toda una lección de periodismo. Treinta y seis relevantes profesionales de la comunicación analizan en esta obra su faceta humana y profesional. Alfonso Cabaleiro firma la introducción. @mundiario

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