3 claves para escribir una novela romántica

Escritora, actriz, políglota… Paula Cascallar, autora de “Arañar el cielo” cuenta con una conexión muy estrecha con su plano creativo que explota para crear historias inolvidables. Al escribir una novela hay que salvar muchas dificultades. En lo que se refiere a gestar una trama, la inspiración, motivación y el enfoque son claves. 

– ¿Qué es lo que te inspira? 

 – Tengo sueños muy absurdos colmados de belleza, velocidad, signos de realidad y deseos, de los que despierto repentinamente. Por las mañanas, manifiesto una gran quietud, como si fuese recién llegada de un largo viaje. Estudio mis tareas y, poco a poco, vuelvo a acordarme del hombre al que amo, puesto que el amor recorre el día, fantaseando, encontrándolo, perdiéndolo… Esta historia no la he vivido, pero se inspira en mí totalmente, como si la hubiera soñado. Tiene una gran limpieza; con absoluta credibilidad, el lector se adentra en su magia, para despertar de repente al final. La mayor parte de esta historia no existe, puesto que es una fantasía, un sueño consciente de mi pasado, en el que todo se precipita. El destino trágico es siempre patente, pues la vida acaba con la muerte, tan temida, muy manida en mi día a día.

Portada de Arañar el cielo. / Mundiediciones. 

– ¿Qué ha sido lo que te motivó a escribir tu novela? 

– El amor es una fuerza universal en el que deberíamos creer, puesto que está demostrado que cambia nuestras vidas y aprendemos de él, en un código indescifrable, que mi novela intenta desentrañar.

Máquina de escribir. / Min An en Pexels.

– Una vez tienes una trama, ¿cómo adoptas un buen enfoque? 

– Tiendo a figurarme historias de amor a primera vista, al igual que tengo amantes imaginarios. Siempre estoy luchando por mi hombre, en una asíntota amorosa. Opté por que mis personajes hablasen el cúmulo de romanticismo del amor, que hoy en día es tan íntimo como perseguido, puesto que el misterio del amor, como todos los misterios, son temidos por el sistema. Todos queremos ser amados y tener mucho dinero, pero son dos polos opuestos, si no entienden que el amor es una riqueza, una gran ambición. La rectitud, el pudor y los valores morales (en obsolescencia) alimentan mi novela romántica, al igual que el sentir del lector, el cual quiero que simpatice con los sentimientos de los protagonistas. Una novela romántica es transgresora porque entra a las emociones, de modo que mi historia quiere tocar la conciencia de aquellos que callan lo que sienten, sea amor o tristeza. @mundiario