Toca pagar más impuestos

El gallego José Blanco, uno de los ministros con más influencia en el Ejecutivo de Rodríguez Zapate
Toca pagar más impuestos

El gallego José Blanco, uno de los ministros con más influencia en el Ejecutivo de Rodríguez Zapatero, está asumiendo el mal trago de anunciar subidas de impuestos. Quizá lo haga porque es el ministro que consume más recursos fiscales, aunque lo más probable es que sea debido a su peso político, lo cual también puede dar idea de su papel en el presente y en el futuro del Gobierno y del PSOE. A fin de cuentas, alguien tenía que decir algo para hacer frente a la caída de la recaudación en el primer semestre del año, hasta situar el déficit público cerca del 10% del PIB, siete puntos por encima del nivel recomendado. Llega, pues, un momento decisivo, en el que el Ejecutivo socialista pondrá a prueba su verdadero respaldo parlamentario a una subida de impuestos que, en principio, se dirige a las rentas más altas, sobre las que se pretende cargar la garantía de las políticas sociales y de la inversión pública durante la crisis.

Estamos ante uno de esos momentos en los que no cabe decir que todos los partidos y todos los políticos son iguales. La derecha ya se ha posicionado en contra y sobre la marcha se irá viendo cómo reacciona finalmente la izquierda que apoya al PSOE, aunque en principio tanto la izquierda política –BNG incluido– como social respalda la subida de los impuestos a quienes tienen más ingresos en España. El objetivo es compensar, en la medida de lo posible, la caída del 20% de los impuestos directos y del 36% de los indirectos y especiales. Las otras alternativas pasarían por seguir dando rienda suelta al endeudamiento, lo cual tiene siempre un límite –a pesar de que ZP no se lo crea del todo–, o por recortar gastos, algo que se presume complicado, tanto si se quiere tocar el gasto social como si se reduce la inversión. Otra cosa es que pueda ahorrarse en gasto corriente, en el conjunto de las administraciones públicas.

Sea como sea, lo más probable es que toque pagar más y, llegados a ese punto, se presentan al menos dos dificultades ante la revisión del IRPF en los presupuestos del año que viene: dónde situar el límite que define las rentas más altas y cómo atar en corto a las grandes fortunas, que pueden volver a amenazar con deslocalizarse, decisión que siempre tienen en su mano. Un tercer frente estará en el fraude fiscal, que no solo se encuentra en la evasión de impuestos, sino también en la floreciente economía sumergida, de sobra conocida en Galicia. Se supone que quien tanto exige algo aportará.

Comentarios