Toca esperar por el empleo

La ligera caída del paro en el tercer trimestre de este año está dando pie a todo tipo de aná
Toca esperar por el empleo

La ligera caída del paro en el tercer trimestre de este año está dando pie a todo tipo de análisis, algunos de ellos sesgados por las afinidades ideológicas y partidarias de quienes los hacen. Como siempre, se puede ver la botella medio llena o medio vacía, se puede ser más optimista o más pesimista e incluso apelar al alivio psicológico que aporta saber que el paro cayó en 14.100 personas, pero con eso poco resolveremos, mientras se sigue destruyendo empleo fijo y aumenta el número de familias donde todos sus miembros están sin trabajo: nada menos que 1,1 millones de hogares.

Tras un buen dato pero el mismo problema de fondo, la pregunta sigue siendo la misma: ¿cuándo volverá a crecer España por encima del 2,5%, mejor aún del 3%? Y es que solo con aumentos del PIB de esa magnitud se podrá crear empleo estable y de cierta calidad. Otras medidas pueden ser paliativas y por tanto convenientes, pero poco o nada resolverán ante una crisis de un tremendo calado económico y social. Así, del crecimiento negativo en el que está inmerso el país hasta alcanzar tasas positivas del PIB capaces de crear empleo neto media un largo trecho, cuyo horizonte puede estar en 2012 o en el mejor de los casos a finales de 2011, según prevén la mayoría de los expertos. Más o menos cuando toca volver a votar en elecciones generales. En definitiva, todo parece indicar que tardaremos años en recuperar las cifras de mediados de 2007, cuando había 1,8 millones de parados y una tasa de paro del 8%. Ahora hay 4,1 millones y la tasa ronda el 18%, es decir, diez puntos más que hace solo dos años. Por eso muchos emigrantes deciden retornar o cambiar de país de acogida.

Quizá la única interpretación positiva que cabe por ahora es aguardar que la caída libre del empleo se haya detenido, de ser cierto que la crisis ha tocado fondo, como sostiene el presidente Rodríguez Zapatero. Pero ni con esas nos libraremos de soportar nuevos crecimientos del paro de aquí a fin de año y a comienzos de 2010, lo que quiere decir que hay que estar preparados para lo peor, mientras seguimos tirando de las políticas sociales y las de fomento de la actividad económica pública y privada. En ese sentido, el Gobierno tiene una buena oportunidad para no repetir ciertos errores del Plan E, de modo que ahora vayamos a proyectos de innovación, cuyo empleo sea cualificado y hasta donde sea posible más estable. También empresarios y sindicatos pueden revisar sus reacciones ante la crisis, mientras se abre paso la recuperación del diálogo social, a falta de diálogo político entre Zapatero y Rajoy, a quien parece que ya le va bien con tal de que al Gobierno socialista le vaya mal.

Con más responsabilidad tendrá que actuar aquí el también popular Núñez Feijóo, en su condición de presidente de una comunidad en la que la crisis desembarca con retraso, pero también cala, a veces atenuada por la economía sumergida en términos de empleo. La gran esperanza de Galicia a corto plazo es el Xacobeo, una palanca que el ex presidente Fraga supo aprovechar en crisis anteriores con resultados que siguen dando que hablar.

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