La solución del paro va para largo
La Encuesta de Población Activa (EPA) del tercer trimestre cifra el desempleo en 4,5 millones de personas, el 19,7% de la población activa, lo cual sigue siendo grave, al tiempo que mantiene la brecha con el entorno europeo, donde si bien hay mucho paro viene a ser la mitad que aquí. De hecho, en España, solo Euskadi tiene una tasa de paro de corte comunitario, del 10%. En Galicia, donde 6.500 personas han encontrado trabajo en el tercer trimestre del año, se ha rebajado el número de desempleados hasta 195.300, lo que sitúa la tasa de paro en el 14,8%, frente al 12% de finales de 2009 y del 6% de 2007, año en el que se inició la crisis.
¿No hay nada positivo en esta EPA? Poco, pero algo sí. Es la primera vez desde el inicio de la crisis que durante dos trimestres consecutivos se ha creado empleo, de manera que baja un poco el número de familias con todos sus miembros en paro y no se supera esa barrera psicológica del 20% de desempleo, una vez que cayó el paro en 70.000 personas. Las cosas, con todo, siguen mal: para tener perspectiva del asunto puede observarse que frente a los 20,3 millones de personas que tenían trabajo en 2007 ahora solo hay 18,5 millones.
Tampoco ayuda a alimentar el optimismo el hecho de que se crea empleo temporal pero se destruye empleo fijo. Traducido: tira un poco el turismo y cede terreno la industria, lo cual es una mala señal no solo para el mercado de trabajo, sino también para el conjunto de la economía, dada la importancia de la industria y el valor añadido que genera.
Lo que sí se puede valorar es que el ritmo de destrucción de empleo se reduce, aunque sea lentamente, gracias a que no aumenta la población activa. Por el contrario, sigue siendo preocupante la situación del empleo juvenil y de los parados de larga duración. En este caso ha aumentado en más de 60.000 personas en la última EPA trimestral, después de haber crecido en 665.000 en el último año. ¿Conclusión? Hay 1,8 millones de españoles que corren el riesgo de convertirse en parados permanentes.
Realmente, el análisis del mercado de trabajo en España poco da de sí si no se cruza con el crecimiento del PIB, y al no coger fuerza la recuperación económica resulta imposible hablar –de verdad– de creación de empleo. Todo parece indicar que aún faltan varios trimestres para que se pueda hacer un análisis con un mínimo de optimismo realista, más allá de observar pequeños destellos. En definitiva, la solución del paro va para largo, pero parece que va.
Es evidente que el Gobierno de Zapatero, en vez de aplicar su programa socialdemócrata, está actuando bajo los dictados de la política europea que define Merkel y de los mercados financieros a los que debemos quizá demasiado, con lo cual su margen es reducido para aplicar políticas neokeynesianas. Hay algo, sin embargo, que sí puede hacer: perseguir el fraude y la evasión de capitales. No es un asunto menor, ya que, según el catedrático y colaborador de Xornal Xavier Vence, si se evitase toda la evasión fiscal y el fraude, la recaudación de impuestos prácticamente se duplicaría.
