Segundos

Probablemente muchos ya hayan visto este anuncio sobre el crédito de 1.440 minutos que todos tenemos cada d&iacut
Probablemente muchos ya hayan visto este anuncio sobre el crédito de 1.440 minutos que todos tenemos cada día (spot, por cierto, basado en una campaña de Internet que contaba la misma historia, pero con 86.400 segundos).



Nosotros nos despertamos cada mañana con un crédito no de 1.440, sino de 10.000. No son minutos. Ni segundos. Son lectores, los que tenemos de media cada día. Comparado con gigantes como la edición digital de El Mundo, o incluso con la versión electrónica de La Voz de Galicia, no parecen tantos. Pero son suficientes para convertir Xornal.com en el segundo periódico más leído de Galicia en Internet.

Es tiempo de felicitaciones, pero no sólo para los que abrimos cada día la herramienta de edición de este diario digital, sino para los colaboradores que de manera desinteresada, pero apasionada, se han convertido en auténticos referentes de la prensa electrónica gallega; para los lectores de Xornal, que son mucho más que lectores, que no leen este periódico, hacen este periódico; para los accionistas, que siempre tuvieron fe en este proyecto con envidiable firmeza incluso en los peores momentos; para las empresas que a lo largo de más de siete años confiaron en nosotros para hacerse ver en la Red. En fin, para todos los que no sólo hacemos Xornal, sino que somos Xornal.

Cuando fundamos este diario no pensamos en un nosotros y un vosotros. Pensamos en que todos podíamos ser un nosotros, en construir, entre todos, un espacio de libertad, una ventana desde Galicia para el mundo, plural en las opiniones, abierta para que todos puedan participar, y con nuestras cartas al descubierto no para ser objetivos, sino para ser honestos.

Y en ese camino seguiremos, profundizando aún más en esos valores de pluralidad y libertad que tanto apreciamos y que tan escasos parecen en estos tiempos agitación política. No era nuestra meta ser los más leídos, sino ser apreciados por aquellos que nos leyeran y participaran, fuesen los que fuesen. Pero ahora que estamos cerca del líder, albergamos la esperanza de algún día poder decir lo que aquel mítico entrenador del Liverpool, Bill Shankly, contaba con esa ironía británica que a veces parece tan gallega: "También pasamos malos momentos. Un año acabamos segundos..."