Referentes franquistas

España tiene ahora más de 44 millones de habitantes y muchos de ellos nacieron después de 1975 o llegaron a este país como inmigrantes sin apenas idea de lo que aquí pasaba bajo una dictadura que duró 40 años. Para todos ellos, el franquismo es un capítulo más de la historia. Pero treinta años después de su muerte, la figura de Francisco Franco es algo más: para los demócratas, es el paradigma de todo lo que no hay que hacer en política; para quienes la democracia no es lo suyo, es un manantial de referentes criados durante tres años de guerra civil y 36 de dictadura.

Quizá debido a la teoría de los ciclos, vuelve a tocar dosis de franquismo, y en este caso no sólo para estudiarlo como si fuera el paleolítico, sino para que algunos se aferren a ideas del pasado que ya no encajan en la democracia. Puede tratarse de una minoría, es verdad, pero no por ello insignificante.

La vida política de España está, de hecho, teñida de un enfrentamiento impensable en la Transición o en los años posteriores al frustrado golpe de Estado del 81, de ahí que, a expensas de un rápido cambio de ciclo, sobre retórica agresiva y falte sosiego en el país. Con ello no se trata de limitar la libertad de expresión de nadie, sino de eludir tensiones innecesarias. Por fortuna para todos, también para los franquistas, la democracia no tiene vuelta atrás.