Papeles y papelones
Hay papeles y papelones, y en esta jornada hemos visto ejemplos varios de unos y otros. A saber:
PAPELES: Los de Sa
Hay papeles y papelones, y en esta jornada hemos visto ejemplos varios de unos y otros. A saber:
PAPELES: Los de Salamanca. O los de Cataluña, según se mire. Porque si los papeles fuesen realmente de Salamanca, estarían muy bien donde están, pero si en verdad son de Cataluña, entonces no parece tan descabellado que se los lleven. La Audiencia Nacional así lo entiende y autoriza la decisión del Gobierno de que los documentos continúen su viaje hacia Cataluña. Allí parece que los esperan con impaciencia, aunque no saben muy bien qué contienen. También es cierto en Salamanca tampoco lo saben, ni lo supieron nunca, ni les importó un huevo. Entre otras cosas, porque están en catalán, lengua que, a parte de Aznar (que lo hablaba en la intimidad), no es de uso común en el centro de la península. El Periódico de Cataluña edita este fin de semana un facsímil de los cacareados escritos, a ver si nos enteramos de donde reside esa trascendental importancia que no nos deja vivir en paz.
PAPELONES: En paz vivimos gracias a algunos, y pese a otros. En este último grupo hay que incluir al golpista Tejero, al que alguien le ha dado vela en este entierro para que ayude a avivar el fuego contra el Gobierno. Tejero coincide peligrosamente con algunas tesis que defiende apasionadamente Mariano Rajoy, como lo de hacer un referendum para que todos los españoles opinen sobre el Estatut. Ese es, quizás, uno de los grandes problemas del PP nacional. Como la ultraderecha española carece de representación, acaba asimilada al Partido Popular, que con las tesis que defienden Acebes y Zaplana cada vez se parece más a la precursora AP, o incluso a corrientes de tiempos anteriores.
MÁS PAPELES.- Los de la Constitución. Para variar, el PP ha presentado una propuesta que suena razonable: un gran pacto para modificar la Constitución. Lo ha dicho Acebes (¿Acebes y algo razonable?... raro, raro, raro). Pues sí, sería una buena idea que los partidos políticos consensuaran un cambio constitucional, y coincido con los populares en que ese consenso debió ser previo a la reforma de los estatutos, y ese es posible que haya sido uno de los mayores errores del Gobierno de Zapatero. La propuesta del PP, sin embargo, tiene algo de envenenada, no ya porque llega con tanto retraso que el marco de las reformas está ya establecido, sino porque denota la falta de respeto que este partido tiene hacia el resto de fuerzas políticas de España. El PP sólo invita a su pacto al PSOE y a CiU. A los demás, que les den.
MÁS PAPELONES.- Como le dieron en Mestalla a los colegiados. Qué papelón. El Valencia lanzó una moneda al aire para resolver la eliminatoria de Copa y le fue a dar a un linier. Pero no les salió cara. Cara de precio, me refiero. El Comité de Competición se reunió de urgencia y decidió que el encuentro se reanudaría en Mestalla, aunque a puerta cerrada. Dentro de lo malo, para el Valencia, está bastante bien. Ya tienen la eliminatoria empatada, pueden sacudirse el dominio deportivista, pueden variar el equipo a su antojo, pueden descansar después del esfuerzo realizado por jugar más de media hora con un hombre menos, no tienen que desplazarse de nuevo... Una maravilla. El Depor tiene que comerse el marrón del parón justo después de encajar un gol, no sabe si alcanzarán un nivel de juego como el que les había llevado a dominar el encuentro, pierden toda la labor de presión que habian hecho y, encima, tienen que hacer otro viaje más por culpa de un hecho cuya responsilidad compete al Valencia. El equipo infractor es el beneficiado. Toma justicia deportiva.
Y OTROS PAPELES CON PAPELÓN INCLUIDO. Los que recibió del juzgado una asociación benéfica a la que la SGAE llevó a los tribunales por por organizar un festival de teatro sin ánimo de lucro para chicos y chicas discapacitados. Estos angelitos de la SGAE obligaron judicialemente a la organización 'infractora' a pagar 598 euros por los derechos de autor de las obras en las que se inspiraron los muchachos en este certámen. Toma papelón.
En fin, que erróneamente le damos más importancia a los papeles que a los papelones, algo que los periodistas tendemos a hacer con frecuencia, cuando todos sabemos que nuestras exclusivas de hoy envolverán el pescado de mañana (Walter Lipman dixit).
PAPELES: Los de Salamanca. O los de Cataluña, según se mire. Porque si los papeles fuesen realmente de Salamanca, estarían muy bien donde están, pero si en verdad son de Cataluña, entonces no parece tan descabellado que se los lleven. La Audiencia Nacional así lo entiende y autoriza la decisión del Gobierno de que los documentos continúen su viaje hacia Cataluña. Allí parece que los esperan con impaciencia, aunque no saben muy bien qué contienen. También es cierto en Salamanca tampoco lo saben, ni lo supieron nunca, ni les importó un huevo. Entre otras cosas, porque están en catalán, lengua que, a parte de Aznar (que lo hablaba en la intimidad), no es de uso común en el centro de la península. El Periódico de Cataluña edita este fin de semana un facsímil de los cacareados escritos, a ver si nos enteramos de donde reside esa trascendental importancia que no nos deja vivir en paz.
PAPELONES: En paz vivimos gracias a algunos, y pese a otros. En este último grupo hay que incluir al golpista Tejero, al que alguien le ha dado vela en este entierro para que ayude a avivar el fuego contra el Gobierno. Tejero coincide peligrosamente con algunas tesis que defiende apasionadamente Mariano Rajoy, como lo de hacer un referendum para que todos los españoles opinen sobre el Estatut. Ese es, quizás, uno de los grandes problemas del PP nacional. Como la ultraderecha española carece de representación, acaba asimilada al Partido Popular, que con las tesis que defienden Acebes y Zaplana cada vez se parece más a la precursora AP, o incluso a corrientes de tiempos anteriores.
MÁS PAPELES.- Los de la Constitución. Para variar, el PP ha presentado una propuesta que suena razonable: un gran pacto para modificar la Constitución. Lo ha dicho Acebes (¿Acebes y algo razonable?... raro, raro, raro). Pues sí, sería una buena idea que los partidos políticos consensuaran un cambio constitucional, y coincido con los populares en que ese consenso debió ser previo a la reforma de los estatutos, y ese es posible que haya sido uno de los mayores errores del Gobierno de Zapatero. La propuesta del PP, sin embargo, tiene algo de envenenada, no ya porque llega con tanto retraso que el marco de las reformas está ya establecido, sino porque denota la falta de respeto que este partido tiene hacia el resto de fuerzas políticas de España. El PP sólo invita a su pacto al PSOE y a CiU. A los demás, que les den.
MÁS PAPELONES.- Como le dieron en Mestalla a los colegiados. Qué papelón. El Valencia lanzó una moneda al aire para resolver la eliminatoria de Copa y le fue a dar a un linier. Pero no les salió cara. Cara de precio, me refiero. El Comité de Competición se reunió de urgencia y decidió que el encuentro se reanudaría en Mestalla, aunque a puerta cerrada. Dentro de lo malo, para el Valencia, está bastante bien. Ya tienen la eliminatoria empatada, pueden sacudirse el dominio deportivista, pueden variar el equipo a su antojo, pueden descansar después del esfuerzo realizado por jugar más de media hora con un hombre menos, no tienen que desplazarse de nuevo... Una maravilla. El Depor tiene que comerse el marrón del parón justo después de encajar un gol, no sabe si alcanzarán un nivel de juego como el que les había llevado a dominar el encuentro, pierden toda la labor de presión que habian hecho y, encima, tienen que hacer otro viaje más por culpa de un hecho cuya responsilidad compete al Valencia. El equipo infractor es el beneficiado. Toma justicia deportiva.
Y OTROS PAPELES CON PAPELÓN INCLUIDO. Los que recibió del juzgado una asociación benéfica a la que la SGAE llevó a los tribunales por por organizar un festival de teatro sin ánimo de lucro para chicos y chicas discapacitados. Estos angelitos de la SGAE obligaron judicialemente a la organización 'infractora' a pagar 598 euros por los derechos de autor de las obras en las que se inspiraron los muchachos en este certámen. Toma papelón.
En fin, que erróneamente le damos más importancia a los papeles que a los papelones, algo que los periodistas tendemos a hacer con frecuencia, cuando todos sabemos que nuestras exclusivas de hoy envolverán el pescado de mañana (Walter Lipman dixit).
