Opas económicas y políticas

Las opas de Gas Natural y E.On sobre Endesa han colocado al Gobierno español en una difícil posició
Opas económicas y políticas
Las opas de Gas Natural y E.On sobre Endesa han colocado al Gobierno español en una difícil posición, donde podría estar privando el orgullo más que la razón. La opa alemana, en principio más favorable para los accionistas de Endesa, echaría por tierra el intento español de articular una de las grandes compañías energéticas en Europa, sobre la base de su primera eléctrica y de su única gasista importante. Sería una manera de jugar en la Champions de la energía, en un momento histórico del sector, donde no sólo está en juego quienes seguirán operando, sino qué tipo de energías deben explotar, mientras resuena el debate nuclear.

La credibilidad española en materia de libre mercado está, pues, en juego, al tiempo que se agolpan los intereses encontrados con la dirección de Endesa y, lo que ya parece lo mismo, del PP. El joven presidente español no sólo corre el riesgo de ver truncado el nacimiento de una gran empresa energética, sino también de verse derrotado políticamente. Ha de guardar las formas en la Unión Europea y, a la vez, defender sus intereses, una ecuación nada fácil de resolver.

Si las reglas de la UE estuvieran claras no habría más remedio que aplicarlas. Lo que pasa es que esta misma Comisión Europea que le saca tarjeta a España viene de no hacer lo mismo en el asalto del BBVA a la Banca Nazionale del Lavoro, de Italia. Y esas mismas autoridades de Bruselas saben que el Tribunal Europeo ya avaló, por ejemplo, la capacidad de Bélgica para vetar acciones externas en su sector energético. La propia Alemania que exige ahora libertad de mercado tiene parcialmente acotado su sector eléctrico ante la competencia exterior. ¿La salida de ZP? Mejor resolver la opa con la mejor oferta que levantar muros en los Pirineos.