Luto en Caixa Galicia

José Luis Méndez y José Luis Álvarez Naveiro. / El Correo Gallego
José Luis Méndez y José Luis Álvarez Naveiro. / El Correo Gallego
Ha muerto José Luis Álvarez Naveiro. Se ha ido un amigo. Y se ha ido con su sonrisa amable –la sonrisa del que sabe– y también con su buen humor de siempre.

Ha muerto José Luis Álvarez Naveiro. Se ha ido un amigo. Y se ha ido con su sonrisa amable –la sonrisa del que sabe– y también con su buen humor de siempre. El director general adjunto de Caixa Galicia no era un hombre popular ni conocido, pero era una persona querida, acostumbrada a crecer en el segundo plano, inmerso en la discreción, habituado a la eficacia más sutil...

Si alguien lo sabe bien es José Luis Méndez, a quien el bueno de Naveiro le ha sabido tributar amistad personal y lealtad profesional, durante años y años. Por eso, de repente, la caja se ha teñido de luto. Desde la cúpula hasta la base, justo allí donde será apreciado después de siempre.

Naveiro, que dependiendo de las ocasiones se hacía pasar por José Luis, ha estado al lado de Méndez en todas sus grandes operaciones y, a la vez, ha sabido ponerle la red, incluso sin que el jefe –y su amigo– lo supiera. Quizá ni le importaba el reconocimiento, porque era de los que son felices regalando felicidad. Por fortuna, queda quien le suceda.

Sabía hacer las cosas, manejaba información privilegiada, podía jugar en cualquier posición, y a veces aparentaba que perdía los papeles... Sobre todo cuando le llovían los líos y había marejadilla.

Seremos muchos los que le echaremos de menos. En el entorno de la caja y de la fundación, en las calles coruñesas, en la vinoteca y en el café... Y en Riazor, casi siempre de pie, allí en tribuna inferior, disfrutando con su mejor Depor.

José Luis Álvarez Naveiro fue un gran persona, que después de todo es lo más importante que se puede ser en esta vida. ¿Para qué añadir más letras entristecidas? @mundiario

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