El gran parche de Fraga

El PP de Galicia está cerrando filas para poder afrontar con un mínimo de garantías las elecciones
El gran parche de Fraga
El PP de Galicia está cerrando filas para poder afrontar con un mínimo de garantías las elecciones autonómicas del 2005. Manuel Fraga ha hecho una ejecutiva de integración en la que da cabida a todas las facciones del partido, incluida la llamada de la boina, capaz de ponerle contra las cuerdas en cualquier momento. Para ello ha contado con la valiosa --puede que imprescindible-- colaboración de Xesús Palmou, quien sigue como número dos del partido, pero sobre todo le asegura los puentes con Madrid y de manera particular con Mariano Rajoy. Éste sabe que el partido en Galicia tiene que cambiar, para renovarse a la altura de otras organizaciones territoriales, pero no ha querido precipitar los acontecimientos, ante el riesgo de que si pierden la mayoría absoluta le atribuyan el fracaso a la marginación de los de la boina. De este modo, la familia popular simulará estar unida para encararse con PSOE y BNG, en un difícil intento --pero no imposible-- de revalidar la mayoría absoluta en Galicia.

Mariano Rajoy si ha aclarado, en cambio, con qué gente del partido en Galicia trabajará desde Madrid. Y ahí si que no hay lugar a dudas: los paisanos de la boina están absolutamente fuera de juego. El futuro casi nunca está escrito en ninguna parte; sin embargo, en este caso todo parece indicar que el PP de las nuevas generaciones no se construirá sobre las ruínas que van a dejar en Galicia políticos como Baltar, Cuiña o Cacharro.

De momento, aquí no pasa nada, y todos tan contentos. Manuel Fraga le ha puesto un gran parche a la situación, y nadie quiere ya que la pelota se desinfle.