De gavioca en gavioca...

Los ingenieros del PP han ingeniado un ingenio poco ingenioso porque ya se ingenió hace muchos años, seg&u
De gavioca en gavioca...
Los ingenieros del PP han ingeniado un ingenio poco ingenioso porque ya se ingenió hace muchos años, según unos, y muchos más según otros. Se trata del juego de la "gavioca", cuyo nombre procede de la inteligente combinación de las palabras "gaviota" (el ave que adorna el emblema del PP) y "oca" (otro pajarito que aparece en los logos de las latas de patés y que da nombre a un popular juego de mesa).

La oca podría definirse como un juego de puro azar, recorrido en espiral y gran poder simbólico, de origen italiano (siglo XVI) de donde pasa a España como regalo de Francisco de Médicis al rey Felipe II; desde España se extendió al resto de Europa. Otras teorías dicen que durante el asedio de Troya los guerreros griegos se aburrían y para remediarlo se inventaron varios juegos, entre ellos juego de la oca, obra de Palámedes, hijo del rey de Eubea y nieto de Poseidón. Rastreando esta leyenda, nos encontramos con el, posiblemente, más antiguo tablero conocido para el juego de la Oca, el "Disco de Phaistos", descubierto en Creta en 1908, y fechado hacia el año 2000 a.c. Consiste en un disco plano de arcilla, de unos 20 cm de diámetro, con una línea en espiral con 31 casillas en una cara y 30 en la otra. Ya en este disco aparecen en 8 casillas pájaros de gran tamaño, que quizás sean ocas.

Los más osados defienden teorías más fantásticas, como que el juego es en realidad una especie de rito iniciático de la Orden del Temple, y hay quien incluso relaciona esta teoría con la de que el tablero representa el Camino de Santiago.

Pero lo que sí es fantástico del todo es la versión que han hecho las mentes pensantes del PP: el juego de la gavioca, en el que aparecen casillas con el emblema del PSOE con leyendas como “un partido sin programa” e imágenes de ciudades arrasadas. Además, el juego de la gavioca presenta a un lobo con piel de cordero a la hora de hablar del PSOE, IU y otros partidos que el PP considera previsibles socios de gobierno de Zapatero. Junto a ellos, el emblema de la rosa y el puño también es adjudicado al PSOE con la consiguiente pérdida de turno.

Mientras, en las casillas del PP todo es bienestar, incluso para un delgado inmigrante con un contrato de trabajo que ilustra la casilla de “oportunidades para todos”. Con una mayoría suficiente se alcanza una idílica casilla 50 con una preciosa playa donde campa a sus anchas una gaviota.

Está bien que los populares descubran su forma de hacer política. Ponen un tablero sobre la mesa, lanzan los dados y ¡ala! Toca llevar el petrolero al quinto pino. ¡Anda! Me ha salido una guerra en Irak. ¡Mira!, yo he caído en el decretazo.

Ahora entiendo tantas decisiones del Ejecutivo que antes me resultaban inexplicables.

De gavioca en gavioca y (des)gobierno porque me toca...