Los frentes contra ETA

La colaboración de Francia está resultando decisiva para la lucha policial contra ETA, cuya eficacia no s&
La colaboración de Francia está resultando decisiva para la lucha policial contra ETA, cuya eficacia no sólo llama la atención, sino que desbarata las acusaciones del PP contra el Gobierno, inculpado poco menos que de haberse aliado con la banda armada. La Oposición sería más creíble si no tendiera tanto a la exageración y a la demagogia y, sobre todo, si no dijese cosas que van sencillamente contra el sentido común, eso que tanto le gusta a Mariano Rajoy.

Aún no han pasado tres meses desde que ETA anunciase, el 5 de junio, el final del alto el fuego indefinido y ya han sido detenidas 26 personas, con golpes como el asestado este fin de semana, calificado de "importantísimo" por el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba. Puede argumentarse que quizá los etarras de ahora están cada vez peor preparados y que los grandes éxitos policiales son más franceses que españoles, pero no puede negarse que todos los cuerpos de seguridad están haciendo bien su trabajo.

Ciertos políticos acertarían más si se dedicasen a hacer sus deberes, en vez de entrar a valorar lo que hacen policías, guardias civiles y ertzainas. Si lo hiciesen, repararían en una cosa: por muchos éxitos que tengan los cuerpos de seguridad, el final de ETA no se alcanzará por la vía exclusivamente policial, ya que los terroristas tienen un apoyo social que puede ser cada vez menor e inexplicable, pero que es real como la vida misma. Y acabar con ese entorno sí que es tarea de los políticos, estén o no en el Gobierno. Si también se ha avanzado en ese terreno es porque hay partidos que entienden y asumen esa lógica, a veces con costes internos importantes. Quienes se aprovechan de ello, en vez de aportar su colaboración, podrán seguir haciendo demagogia electoral -incluso con éxitos parciales- pero jamás podrán presumir de responsabilidad política en una lucha que es de largo recorrido.