FRAGA ZANJA LA CRISIS

ENTRE abrazos y parabienes, en una reunión de 15 minutos, Manuel Fraga dio por zanjada la crisis provocada por ci
ENTRE abrazos y parabienes, en una reunión de 15 minutos, Manuel Fraga dio por zanjada la crisis provocada por cinco diputados orensanos del PP que pedían la cabeza del secretario gallego del partido, Xesús Palmou, y amenazaban con dejar sin mayoría absoluta a su partido en el Parlamento autonómico. Días atrás, no obstante, los rebeldes, que también reclaman más galleguismo al PP, ya habían acordado con Fraga su regreso al redil.

\"Está todo arreglado. Los que acabamos de reunirnos somos galleguistas porque lo llevamos aquí\", dijo Fraga señalándose el corazón. Pero aunque el presidente calificó el episodio como \"una discusión normal\" dentro de un partido \"vivo\", las heridas no parecen totalmente cerradas.

El líder del PP en Ourense, José Luis Baltar, dejó aún espacio para la polémica al indicar, tras la reunión, que, para él, el sucesor de Fraga debería ser Xosé Cuiña, el exconsejero de Obras Públicas obligado a dimitir tras conocerse que empresas de su familia se lucraron con la lucha contra el fuel.

No obstante, Baltar mostró su fidelidad a Fraga y le ayudó a quitarle hierro al asunto: \"Los diputados nunca abandonaron el Parlamento; fue sólo un tema interno que, por desgracia, trascendió a la prensa\".