¿Fidel Castro votará a ZP o a Rajoy?
La verdad es que este chiste es más fonético que otra cosa, está pensado para contar de manera ora
La verdad es que este chiste es más fonético que otra cosa, está pensado para contar de manera oral y con acento de Lugo pero nos queda muy bien para arrancar este artículo. A ver: un tipo entra en una tienda de deportes y dice: “Quería unas zapatillas ion...”. El dependiente le interrumpe solícito: “Lo que usted quiere son unas zapatillas Ion Smith”. El tipo contesta: “No, unas zapatillas i on chándal”.
Bueno, esto contado está mucho mejor. Así escrito, no se yo. Es sólo un enganche para hablar de otro chándal, el de Fidel Castro, que no es de Ion Smith, sino de Adidas*. Y es que al ser descendiente de un gallego, con el dispendio con el que socialistas y populares conceden la nacionalidad, el dirigente cubano podría enfundarse sus prendas deportivas para hacer en España algo que no puede hacer en su país: votar en unas elecciones democráticas.
En efecto, un dirigente extranjero podría decidir el Gobierno español. Y no es el único. El presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, al parecer, es nieto de una ourensana, y el secretario de la Gobernación de México (algo así como el ministro del Interior de ese país, uno de los cargos más importantes), Juan Camilo Mouriño, es hijo del presidente del Celta, Carlos Mouriño.
Aunque seguramente ninguno de ellos ni quiera ni pueda realmente participar en el 9 de marzo español, esto nos puede servir para reflexionar si realmente tiene que extenderse la nacionalidad española a toda la descendencia de los emigrantes y si ello tiene que implicar derecho a voto en todos los supuestos. En cualquier caso, también conviene pensar si no sería más sensato que los emigrantes votasen únicamente en las elecciones nacionales y en una circunscripción propia en el Congreso, de manera que vieran sus intereses representados de forma más directa y eficaz.
Y es que ver a Fidel Castro con su chándal votando por el Concello de Láncara (Lugo), eso parece demasiao.
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Resulta curiosa la polémica se montó al respecto. Al ver a Fidel vistiendo ropa de una multinacional, sus detractores enseguida interpretaron una claudicación ante el capitalismo, una victoria del consumismo sobre el comunismo. El caso es que Adidas es el proveedor de varias selecciones cubanas, a las que hizo un chándal con los colores de la bandera de ese país caribeño. Esa es, al parecer, la única razón por la que Fidel eligió esa prenda. No estaba pensando en que Adidas es proveedor también de la NBA, como tampoco que en su día abrigó a los deportistas del este el plena guerra fría.
Bueno, esto contado está mucho mejor. Así escrito, no se yo. Es sólo un enganche para hablar de otro chándal, el de Fidel Castro, que no es de Ion Smith, sino de Adidas*. Y es que al ser descendiente de un gallego, con el dispendio con el que socialistas y populares conceden la nacionalidad, el dirigente cubano podría enfundarse sus prendas deportivas para hacer en España algo que no puede hacer en su país: votar en unas elecciones democráticas.
En efecto, un dirigente extranjero podría decidir el Gobierno español. Y no es el único. El presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, al parecer, es nieto de una ourensana, y el secretario de la Gobernación de México (algo así como el ministro del Interior de ese país, uno de los cargos más importantes), Juan Camilo Mouriño, es hijo del presidente del Celta, Carlos Mouriño.
Aunque seguramente ninguno de ellos ni quiera ni pueda realmente participar en el 9 de marzo español, esto nos puede servir para reflexionar si realmente tiene que extenderse la nacionalidad española a toda la descendencia de los emigrantes y si ello tiene que implicar derecho a voto en todos los supuestos. En cualquier caso, también conviene pensar si no sería más sensato que los emigrantes votasen únicamente en las elecciones nacionales y en una circunscripción propia en el Congreso, de manera que vieran sus intereses representados de forma más directa y eficaz.
Y es que ver a Fidel Castro con su chándal votando por el Concello de Láncara (Lugo), eso parece demasiao.
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Resulta curiosa la polémica se montó al respecto. Al ver a Fidel vistiendo ropa de una multinacional, sus detractores enseguida interpretaron una claudicación ante el capitalismo, una victoria del consumismo sobre el comunismo. El caso es que Adidas es el proveedor de varias selecciones cubanas, a las que hizo un chándal con los colores de la bandera de ese país caribeño. Esa es, al parecer, la única razón por la que Fidel eligió esa prenda. No estaba pensando en que Adidas es proveedor también de la NBA, como tampoco que en su día abrigó a los deportistas del este el plena guerra fría.
