Estrella Damm y la timba del BBVA

En la timba de las finanzas se juega estos días una baza muy jugosa: la del BBVA que preside el gallego Francisc
Estrella Damm y la timba del BBVA
En la timba de las finanzas se juega estos días una baza muy jugosa: la del BBVA que preside el gallego Francisco González. Pueden imaginarse ustedes que toda suerte de tahures concurren a esta partida. Entre ellos hay gente más que entrenada, como el constructor Luis del Rivero, aventajado jugador, según destaca La Vanguardia, que pone de relieve su afición a las manos de póquer en las que descarga adrenalina entre farol y farol.

No es extraño, entonces, que Rivero se apunte a la baza del BBVA. Y tampoco resulta chocante que invite a sentarse frente a este tapete a otro polémico personaje: el presidente de Estrella Damm, Demetrio Carceller.

Tal vez entre puro y puro y cerveza y cerveza (una Estrella Damm, es de suponer, a no ser que en las mesas de los salones se estilen lúpulos más sofisticados o, simplemente, de más calidad), los contertulios le dan vueltas a la cifra que está en juego.

Y es que que si Rivero y Carceller ganan la partida conseguirían para una contructora mediana y con deudas como Sacyr el control del BBVA y con ello optarían, con muchas garantías, a llevarse un gran pastel, probablemente el mayor proyecto inmobiliario de Europa: la operación Chamartín. Como bien apuntó en Xornal.com nuestro compañero Julián Rodríguez, el BBVA controla el 72% de la sociedad que posee los 3,2 millones de metros cuadrados, donde se prevén construir 16.000 viviendas en la prolongación de La Castellana.

Ya ven. Ladrillos y cervezas que, al final, no van de farol, sino que quieren llevarse una mano que equivale a casi un billón (con b) de pesetas. Como para no jugársela.