Elecciones gallegas y vascas

La política, como la vida, da muchas vueltas. Y ayer ha vuelto a dar unas cuantas por dos razones sin conexi&oa
Elecciones gallegas y vascas
La política, como la vida, da muchas vueltas. Y ayer ha vuelto a dar unas cuantas por dos razones sin conexión aparente: por un lado, por la decisión del lehendakari Juan José Ibarretxe de hacer coincidir sus elecciones con las de Galicia, el 1 de marzo; por otro, por la publicación de unos sondeos donde el PSOE, lejos de ser castigado por la crisis, remonta el vuelo frente al Partido Popular. Los estrategas socialistas habían decidido fomentar sus campañas en clave local para eludir hasta donde pudieran asuntos generales como la recesión económica. Y en esas andaban cuando afloraron tres encuestas de medios tan diferentes como El Mundo, La Vanguardia y Público, donde los que salen mal parados son los populares, cuyo avance incluso estaban empezando a valorar PSOE y BNG, de momento socios de gobierno en Galicia.
El anuncio del lehendakari llega, pues, en un mal día para Mariano Rajoy, quien no sale precisamente bien parado en unos sondeos donde no convence a los españoles, mientras el PSOE sigue vivo a pesar de una crisis que avanza destruyendo empleo. Tan vivo está que incluso aumenta su distancia sobre el partido conservador.
La solución definitiva no se conocerá, obviamente, hasta que la gente vote el 1 de marzo, pero lo cierto es que estas cosas también crean estados de opinión que pueden ir calando en el electorado de aquí y de allá. La propia reacción del PP ante la fecha marcada por Ibarretxe ya denota que sobran nervios y falta reflexión. Por mucho que el presidente Touriño no haya estado plenamente afortunado a la hora de justificar su decisión de anticipar unos meses las elecciones, eso tampoco abre la veda para descalificarle hasta el punto de decir que el presidente de Galicia no pinta nada en España. Del mismo modo que falta precisión en ciertos análisis de dirigentes del PSOE y del BNG cuando argumentan poco menos que aquí no pasa nada, porque algo sí está pasando.
Un ejemplo: ¿Frente a unas elecciones singulares, serán lo mismo unos comicios gallegos donde el foco mediático se desplazará esos días a Euskadi? ¿O cree alguien que los telediarios van a tratar por igual las elecciones gallegas que las vascas? ¿En qué comunidades pensarán Zapatero y Rajoy cuando hagan su agenda de mediados de febrero a marzo?
No se trata de hacer Galicia de menos ni de olvidar que lo único importante es que el 1-M se decidirá el futuro más inmediato de este país, pero tampoco es realista obviar lo que acontece alrededor. Entre otras cosas, porque puestos a elegir, hubiese sido preferible un pacto PSOE-PNV sobre el calendario electoral que dejase a salvo los intereses de Galicia. Al revés, les importa menos, ya que Euskadi tiene una gran dimensión política por una serie de conflictos y problemas que, afortunadamente, aquí no existen. En resumen: no es el rango de las elecciones gallegas lo que está en juego, sino su contexto.