Los tres deberes de Zapatero

El presidente del Gobierno y líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, está asomado a ti
Los tres deberes de Zapatero

El presidente del Gobierno y líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, está asomado a tiempos difíciles, dentro y fuera del Ejecutivo y de su partido. Pero aunque lo tiene muy complicado, por no decir imposible, sobre todo debido a la crisis económica y al desempleo, tampoco faltan quienes le ven todavía salida, a sabiendas de que su ya conocida suerte también cuenta en esto de la política.

Entre sus tres grandes deberes, lo más urgente, sin duda, es que ZP asegure su puesto, ya que sin estabilidad parlamentaria de poco habría que hablar, salvo de convocar elecciones anticipadas, como le pide el Partido Popular y especialmente Feijóo. Para ello es indispensable que firme el apoyo del PNV, que parece el único que al menos se deja querer. De hecho, los nacionalistas vascos se consideran más decisivos que nunca, sabedores de que los grupos catalanes se han autodescartado y de que Izquierda Unida y el BNG no quieren entrar en una negociación presupuestaria. Por eso dicen que son el único agarre que le queda a Zapatero, si quiere acabar la legislatura, lo cual pasa por aprobar los presupuestos generales de 2011.

Otra asignatura pendiente para septiembre es pacificar su propio partido, donde es evidente que se acabaron los tiempos de la unanimidad absoluta. Y en ese sentido Zapatero no solo tiene problemas territoriales, como pueden ser los de Cataluña o Madrid, sino también en su núcleo duro, donde más tarde o más temprano tendrá que arreglar los desencuentros entre Leire Pajín y José Blanco, quien pasa por ser su hombre de mayor confianza. Blanco y Pajín o se entienden o uno de los dos tendrá que ceder poder en el PSOE.

Y si Zapatero arregla estas dos cosas, recuperando la calma necesaria, le queda lo más importante para los ciudadanos, que es gobernar con acierto, de manera que su candidatura en 2012 tenga aún cierto margen frente al conservador Mariano Rajoy, que sigue esperando sentado, pero con un manejo de los tiempos que le favorece, incluso si no hace nada.

En ese frente parece inevitable que el presidente Rodríguez Zapatero remodele su gobierno y dé entrada a pesos pesados que inspiren confianza y sepan gestionar la crisis y reducir el desempleo. La hoja de ruta la conoce mejor que nadie, pero por si se le olvida no falta quien se la recuerda dentro de su propio partido.

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