Cataluña marca la agenda

Pese a no ganar las elecciones, parece confirmado que el socialista catalán José Montilla, nacido en Andal
Cataluña marca la agenda
Pese a no ganar las elecciones, parece confirmado que el socialista catalán José Montilla, nacido en Andalucía, será el futuro presidente de la Generalitat. Y es que mucho tendrían que torcerse las cosas para que no se reedite el tripartito catalanista de izquierdas impulsado por su compañero Pasqual Maragall, quien acaba de escribir en El Periódico que, si esto es así, Cataluña habrá alcanzado el sueño de las naciones potentes: ser de sus hijos y no solamente de sus padres.

Maragall se despide así con altura de miras –"no exigir pruebas de sangre para ser ciudadano ni otra cosa que ser ciudadano para ser presidente”-- pero sin olvidarse de sí mismo, convencido como está de que los socialistas catalanes afrontaron estas elecciones sabiendo que una parte de la sociedad creía que el cambio de candidato había sido condicionado, y no el resultado de la libre voluntad del PSC y de su presidente; es decir, él mismo. Pero mientras Maragall orienta su carrera a demostrar la brillantez de su pluma, Montilla da pruebas de su pragmatismo y engatusa a Carod-Rovira, que quiere volver al puesto del que Maragall tuvo que desalojarlo tras saberse que se había ido a hablar con ETA. Vuelve así quien se fue, y se va quien se quedó.

Más que el programa de gobierno de la Entesa Nacional pel Progrés, está en juego el reparto de poder, partiendo de un acuerdo de Montilla con el ecosocialista Joan Saura, llamado a encargarse de Interior y de desarrollar el Estatut. ¿La gran duda? El verdadero papel de Carod-Rovira, que puede ser algo más que vicepresidente. ¿El gran escollo? Asegurarle a Zapatero, que aún sueña con Artur Más, que el nuevo tripartito no se llevará por delante la agenda electoral del PSOE, con municipales y autonómicas en 2007 y legislativas en 2008. O antes.