Caixanova y Caixa Galicia, ante una salida de compromiso

Los días han pasado pero las fiestas no han llegado a las cajas gallegas, ahora condenadas al mayor suplicio de s
Caixanova y Caixa Galicia, ante una salida de compromiso

Los días han pasado pero las fiestas no han llegado a las cajas gallegas, ahora condenadas al mayor suplicio de su larga y exitosa historia financiera.

A estas alturas nadie se atreve ya a hacer pronósticos, ni siquiera aquellos que se consideran los reyes de Galicia. A lo sumo, los grandes analistas pregonan un acuerdo de compromiso, una suerte de consenso que dejaría a Feijóo sin la fusión que vendió antes de tiempo. Pero, claro, cómo vamos a consentir que Gayoso se salga con la suya, murmuran desde San Caetano, acaso aguardando que Marta vuelva a repetir una de las suyas, jaleada por KPMG, y la monte en Madrid.

En la Xunta, con todo, ya saben que esto de la fusión no es un paseo, ni en Vigo ni en Madrid. Por eso algún listo se ha planteado darle la vuelta al culebrón con un plan que podría buscar la reconciliación en la ciudad (re) conquistada por Abel, a costa de apretarle ahora las tuercas a los de A Coruña. Losada, tan confiado él, ya puede estar atento, y Méndez, no digamos. Los políticos serían capaces de cualquier cosa con tal de salvarse ellos. Queda ya muy poco para el desenlace y aunque el BNG no controla todas las jugadas, hay que reconocerle una cosa: algunos están jugando con Galicia.

El presidente de la Xunta ya no ningunea a \'Pachi\' Vázquez

El presidente de la Xunta manejó con destreza la puesta en escena de su intento de asalto a Caixanova, disfrazándolo con una ley que pactó con el BNG.

Por aquel entonces le interesaba hacerse la foto con ‘Pachi’ Vázquez, líder del PSdeG-PSOE, y Guillerme Vázquez, portavoz nacional del BNG, de manera que todos los gallegos creyesen que su propósito era un objetivo común. Pero el desarrollo de la obra con guión de Feijóo y arreglos del BNG pronto dejó fuera de aquella artificiosa escena al secretario general de los socialistas gallegos, que empezó a ir por su cuenta y a construir otro guión que, por paradójico que resulte, cada día se parece más al previsible desenlace final.

Por momentos, ‘Pachi’ Vázquez fue ninguneado en público por el presidente, ante el aplauso de sus medios afines, que jaleaban su crucifixión. Feijóo confiaba en imponerse en Madrid sin contar con ‘Pachi’ . Sin embargo, falló en el diagnóstico, percatándose enseguida del tremendo error de cálculo. ‘Pachi’ Vázquez pasó así de no pintar nada a ser el culpable de todos los males, hasta alcanzar el don de la ubicuidad, encarnando poco menos que el misterio de la Santísima Trinidad. Ahora que Guillerme Vázquez ya no es útil, ni se cree los cuentos del comienzo, la mirada de Feijóo se transforma en guiños a ‘Pachi’ , que también vuelve a salir en las entrevistas por encargo. Dicen que la política es así...

¿Relevó Rajoy a Feijóo como interlocutor de los poderes de Madrid?

El presidente del PP, Mariano Rajoy, rara vez toma decisiones, pero alguna también le toca de vez en cuando. Sobre todo cuando se ve exigido, como diría su admirado Arsenio Iglesias. Algo debe de estar pasando para que Mariano se haya puesto con la búsqueda de una salida para Caixa Galicia y Caixanova, una vez que alguien le ha contado –bien– lo que está pasando en Vigo y que también le han hecho ver que ya tendría delito que Galicia se quedase sin cajas, teniendo a cuatro ministros en el Gobierno y, por si fuese poco, al jefe de la Oposición, que nació en Santiago y está considerado todo un señorito de Pontevedra.

A diferencia de Feijóo, el presidente del PP sí sabe lo que se cuece en Madrid; sobre todo, es consciente de que allí es donde hay que buscar la solución; si es que todavía hay solución, que ésa es otra.

Banco de España y Gobierno central. Son las puertas que ahora se abren de par en par para el jefe de la Oposición, mientras otras se cierran para el enviado especial de Feijóo, el entusiasta conselleiro Alfonso Rueda, a quien menudo lío le ha endosado su amigo Alberto. Con todo el trabajo que ya tiene en la secretaría general del PPdeG y en su megaconsellería, al dinámico de Alfonso le hacen bailar con Zarrías, quien, por si tuviese poca mili en Andalucía, acude a sus citas protegido por curtidos abogados del Estado criados para marear la perdiz. Es lo que hay y pronto habrá noticias...

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