Reino Unido se suma al plan de Dinamarca para controlar la inmigración

Boris Johnson. / Archivo.
Boris Johnson. / Archivo.
El Gobierno de Boris Johnsons busca crear una ley que evite el ingreso de inmigrantes ilegales a Reino Unido y plantea aliarse con Dinamarca para derivar a los migrantes a Ruanda.
Reino Unido se suma al plan de Dinamarca para controlar la inmigración

La lucha contra la inmigración ilegal en Reino Unido cada día es más fuerte y las autoridades buscan fortalecer la protección en las fronteras para que puedan ser impenetrables, y es por ello que plantean la idea de retener a los no ciudadanos en un centro de inmigración en otro país.

El Gobierno de Boris Johnson, está empeñado en organizar planeas de contingencia para evitar que ingresen de forma ilegal y evitar la acumulación de casos de asilo de inmigrantes interesados en hacer vida en Reino Unido. Es por ello que la ministra del Interior, Priti Patel, pronto presentará una nueva Ley por la que los solicitantes de asilo y refugio que intenten llegar a las costas británicas serán derivados a un centro de internamiento fuera del Reino Unido. 

Esta nueva legislación se suma a la ya antes planteada y aplicada por Dinamarca, país en donde hasta hace poco se aprobó su propia ley para el control de la inmigración. De este modo, Patel ha comenzado a negociar con el país, así como con autoridades danesas que se encuentran en Ruanda para que las instalaciones puedan ser usadas como un centro de refugio.

El Canal de la Mancha ha sido un punto fuerte para que se genere grandes movimientos migratorios en lo que va del año 2021, pues más de 5.600 personas han sido interceptadas al intentar cruzarlo de modo clandestino. Sin embargo, el duro discurso sobre el Brexit ha hecho que el Gobierno fortalezca las medidas para evitar la estadía de estos inmigrantes en Reino Unidos.

La nueva legislación llevará el nombre de Ley de Nacionalidades y Fronteras, en donde definitivamente se termina la amabilidad política de Reino Unido para con todos los que huían de su país buscando mayor seguridad y calidad de vida.

El portavoz del Ministerio del Interior, manifestó al diario The Times, que “Nuestro sistema de asilo no funciona, y no podemos quedarnos de brazos cruzados mientras las personas mueren al intentar cruzar el Canal (...) El nuevo plan dará la bienvenida a todos aquellos que lleguen al país a través de rutas seguras y legales, pero evitará a su vez cualquier abuso y la proliferación de redes criminales”. 

También Australia ha comenzado a aplicar legislaciones que ayuden a controlar la inmigración. En este caso la nueva Ley de Inmigración, prohíbe la llegada de solicitantes de asilo a través del mar, y redirige a todos los que lo intentan hacia centros levantados en otros países, como Papúa Nueva Guinea.

Londres se mantienen en constante observación y aprendizaje para poder aplicar una ley que respete los derechos humanos y al mismo tiempo cumpla con la necesidad que tiene el Gobierno de proteger y fortalecer las fronteras de la inmigración ilegal. Por eso su interés de lograr compartir con Copenhague un centro de internamiento en Ruanda. Las autoridades danesas ya han establecido contactos con el Gobierno africano para cerrar un posible acuerdo.

No obstante, varias personas y autoridades se siguen mostrando en contra de este decisión. Enver Solomon, el director ejecutivo de la organización Refugee Council, denunció que “El procesamiento en el exterior de las solicitudes de asilo es un acto brutal y cruel de hostilidad hacia personas vulnerables que no tienen ninguna culpa de haber tenido que huir de la guerra, la opresión y el terror”. Asimismo, acotó que “Durante varias generaciones, hombres, mujeres y niños han buscado protección en el Reino Unido y se les ha dado un tratamiento justo en suelo británico”.

También laboristas y nacionalistas escoceses del SNP aseguraron que combatirán con uñas y dientes en la Cámara de los Comunes la nueva ley, cuando el Gobierno inicie su tramitación. Aseguran que se van a oponer a esta decisión e insistieron en que no permitirán que "se tome esa decisión en nombre nuestro. Tratamos a las personas con dignidad y respeto, y esta solución es extremadamente inhumana”, sentenció el portavoz del SNP, Ian Blackford. @Mundiario

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