Una nueva crisis migratoria acecha a las puertas de la Unión Europea

Inmigrantes enfrentandose a la policía griega para entrar en Europa. / TW
Inmigrantes enfrentandose a la policía griega para entrar en Europa. / TW
La presión migratoria en la frontera greco-turca se incrementa a causa de la amenaza de Turquía de dejar pasar a los refugiados sirios si no obtiene el apoyo activo de la Unión Europea en su enfrentamiento con Rusia y el régimen en Siria.
Una nueva crisis migratoria acecha a las puertas de la Unión Europea

Mientras Turquía amenza a la Unión Europea (UE) con los refugiados, miles de personas se enfrentan con violencia a la policía fronteriza griega. Un juego de poder donde los ciudadanos siempre salen perdiendo. Desde 2016 Turquía ha "trabajado" de guardián de la frontera oriental comunitaria tras el acuerdo migratorio firmado con la UE, pero diferentes desencuentros con los paises europeos han originado el chantaque actual. Así, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha amenazado a Europa con dejar pasar a los casi cuatro millones de refugiados que retiene en sus fronteras como consecuencia de dicho acuerdo.

Al abrir las fronteras el sábado, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, argumentó que su país no ha recibido el apoyo que la Unión Europea había prometido para lidiar con la asistencia y gestión de los 3,6 millones de refugiados sirios que acoge y que, por lo tanto, ya no puede continuar manejando a la cantidad de personas que llegan huyendo de la guerra en Siria. Asimismo, el mandatario turco solicitó el respaldo europeo para su operación militar contra Rusia y Siria en el norte de Siria. El viernes pasado, el ejército turco bombardeó objetivos militares sirios tras la muerte de 33 de sus soldados el día anterior durante bombardeos llevados a cabo por las fuerzas sirias en Idlib.

A todo ello se suma que en los últimos meses la UE había aprobado sanciones contra dos turcos por los intentos de Ankara de realizar exploraciones petroleras y gasísticas en las costas chipriotas; por su lado Grecia mantenía un pulso particular después de que Turquía redibujara las fronteras marítimas en el Egeo, y el bloque europea trata de evitar que Ankara sea la única fuerza que controla las costas de Libia, donde una guerra civil desangra el país norteafricano, la principal base para los migrantes de la ruta del Mediterráneo central. Intereses y estrategias geopolíticas con miles de ciudadanos sin hogar usados como arma.

De este modo nos encontramos con que el propio mandatario turco ha censurado que, mientras la UE ignora las preocupaciones de Turquía, siga apoyando a Grecia a pesar de las violaciones de Derechos Humanos que ha cometido para impedir la llegada de migrantes y refugiados desde Turquía. Sus declaraciones tienen que ver con los enfrentamientos que la policía fronteriza griega está protagonizando con los refugiados a quienes están dispersasndo con gas lacrímogeno. “Es una invasión”, ha llegado a declarar en televisión el ministro griego de Desarrollo.

Por su parte, la Agencia de la ONU reconoció que todos los Estados tienen derecho a controlar sus fronteras y gestionar los movimientos irregulares, pero subrayó que deben evitar el uso excesivo o desproporcionado de la fuerza y mantener en orden los sistemas de petición de asilo. “Las personas que entren irregularmente al territorio de un Estado no deben ser castigadas si se presentan inmediatamente ante las autoridades para solicitar asilo”, enfatizó ACNUR. Y es que Atenas ha optado por suspender durante al menos un mes la tramitación de demandas de asilo y también ha pedido a la Agencia europea de control de fronteras Frontex que envíe un equipo de intervención rápida (Rabit) para reforzar con agentes y equipos la vigilancia de su frontera exterior.

Tal es la situación que los ministros de Interior de la Unión Europea se reunirán este miércoles en Bruselas de manera extraordinaria para abordar la presión migratoria sobre la frontera greco-turca. El vicepresidente de la Comisión Europea responsable de Migración, el griego Margaritis Schinas ha avisado de que "nadie puede chantajear o intimidar" a la Unión Europea y ya desde Bruselas, la jefa del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen, ha afeado a Ankara que esté incumpliendo el acuerdo sellado con la UE para frenar el paso de migrantes y refugiados a cambio de un fondo de apoyo de 6.000 millones de euros. @mundiario

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