Más de 1,3 millones de inmigrantes han abandonado Inglaterra por la covid
La sexta economía más grande del planeta pierde mano de obra. La pandemia no solamente ha provocado una crisis económica global que movió los ya agitados flujos migratorios del mundo. Las poblaciones que ya no querían permanecer en sus países de origen se desplazaron incluso más lejos en otras latitudes para huir de la hecatombe a territorios menos afectados, pues ningún país del planeta se escapa de este desastre. Lo peculiar es que incluso en naciones desarrolladas, se está produciendo una migración de salida de los propios inmigrantes.
Este fenómeno se da por varios factores. Tiene lugar en territorio británico. Y es que el Reino Unido es el país europeo con mayor número de casos, mayor número total de víctimas mortales e incluso mayor número de muertes por habitante (si se exceptúa en ese promedio a cuatro países muchísimo más pequeños: San Marino, Bélgica, Eslovenia y República Checa) debido a la pandemia de covid-19. El colapso sanitario preocupa a los migrantes porque su estatus legal es inexistente en un país donde los retardos procesales en materia migratoria son la constante en muchos casos. Al no contar con un permiso de trabajo que les permita optar por un cupo en el Sistema Nacional de Salud (NHS, por sus siglas en inglés), los migrantes deciden marcharse de Inglaterra.
Pero además están las consecuencias económicas de todo eso, que son enormes y tienen repercusiones en muchos otros aspectos. Sin garantía de acceso a la salud pública y un empleo estable, o en muchos casos, sin ingresos ni ayudas del Estado, los migrantes africanos y árabes en el Reino Unido exploran otras opciones ya en la Unión Europea, pues volver a sus países de origen nunca será una alternativa. Este contexto produce efectos demográficos y de equilibrio territorial muy impactantes.
Un estudio sostiene que “más de 1,3 millones de extranjeros han abandonado el Reino Unido desde que empezó la pandemia, casi 700.000 de ellos en Londres, equivalentes al 8% de la población de la capital británica”, reseñó El País. Otro trabajo afirma que “la covid-19 ha hecho cuatro veces más difícil el compromiso del Gobierno conservador (del primer ministro británico Boris Johnson) de igualar hacia arriba la economía de las zonas más pobres del país con la de las más ricas y que, en realidad, la tendencia actual es que esa igualación se está produciendo hacia abajo”.
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Por lo tanto, mientras menos fuerza de trabajo potencial haya en las zonas inglesas con mayor proporción de migrantes dispuestos a asumir los empleos que los británicos no quieren, menos rentabilidad e ingresos por impuestos tendrá en Gobierno para estimular el consumo, el crecimiento del empleo público y las oportunidades en los territorios más desfavorecidos del país. He ahí el impacto que tiene el efecto de salida de los migrantes en una nación cuya historia se ha construido, en buena parte, con el aporte de las comunidades inmigrantes. @mundiario
