Bienestar psicológico en tiempos de pandemia o la importancia de la resiliencia

Piedras en equilibrio. / Pexels. Pixabay
Piedras en equilibrio. / Pexels. Pixabay
El coronavirus lo ha opacado todo. Los casos de ansiedad, estrés postraumático, depresión y hasta las rupturas entre parejas se han disparado debido a este panorama.
Bienestar psicológico en tiempos de pandemia o la importancia de la resiliencia

El coronavirus lo ha opacado todo. La pandemia que estalló en 2020 ha dejado importantes secuelas que siguen pegando con fuerza debido a lo prolongado de la situación que ha provocado. Nuestro día a día ha cambiado por completo, nuestra forma de relacionarnos, de hacer hasta las tareas más cotidianas. Todo se ha visto afectado por la pandemia, y eso al final también surte su efecto en nuestro bienestar mental.

Los casos de ansiedad, estrés postraumático, depresión y hasta las rupturas entre parejas se han disparado debido a este panorama. El confinamiento en el hogar, los toques de queda, las restricciones en general, acompañadas de ese constante miedo al contagio, hacen mella en la mente de la población. Algo que dibuja un escenario todavía más complejo y complicado, pero que se puede combatir con las herramientas adecuadas.

Resiliencia, una fuerte herramienta contra la pandemia

La resiliencia, realmente, es un término que proviene de la física. Generalmente, se usa para hablar de materiales que tienen la capacidad de volver a su estado original tras ser sometidos a toda clase de esfuerzo. Sean grandes cargas, impactos secos y fuertes, movimientos de torsión extremos o cualquier otra clase de trabajo, son capaces de volver a su estado anterior con mayor o menor dificultad.

Eso, trasladado al ámbito de la psicología, permite trazar fácilmente las características personas resilientes. En este campo, el concepto de resiliencia empezó a utilizarse de la mano del autor de la teoría del apego. Aunque la historia de "Los Patitos Feos" que todo el mundo conoce es la que mejor ejemplifica este concepto. La resiliencia dentro de la salud mental se define como la capacidad de las personas de asumir cualquier situación límite con flexibilidad y superarla.

Entendido el concepto, es fácil deducir por qué resulta tan importante entrenar la resiliencia y educarse en ella en situaciones como la que estamos viviendo. Afrontar una situación complicada es algo que se puede hacer de mil maneras distintas, pero saber plantarle cara ayuda ya no solo en el resultado final, también es de utilidad para moldear las consecuencias psicológicas que un impacto pueda tener a largo plazo. En este caso, es la mejor forma de hacer que la pandemia no te marque de por vida.

En caso de estar interesado, puedes obtener más información al respecto en este enlace. Aun así, para disipar toda duda sobre por qué es aconsejable educarse y fomentar la resiliencia frente a esta pandemia, vamos a analizar sus bondades. Vamos a ver hasta qué punto puede ayudar esta característica a cualquier persona que esté viviendo lo que estamos viviendo actualmente en todo el mundo.

¿Cómo ayuda la resiliencia a afrontar la crisis del COVID?

Una persona resiliente está dispuesta a afrontar una situación de manera mucho más flexible. En lugar de centrarse en el problema, se centra en las soluciones. En una situación de confinamiento, sin ir más lejos, puede aprovechar el contexto para replantear muchas cuestiones. Eliminar cualquier comportamiento o costumbre que no sea saludable, sin ir más lejos. Plantear nuevas actividades, nuevos hábitos que ayuden no solo a estar mejor con uno mismo, sino también con quienes le rodean. Y más en estas circunstancias.

La resiliencia fomenta la creatividad, potencia la flexibilidad mental. Dicho de otro modo, evita que una persona se quede bloqueada por el miedo o la incertidumbre. Facilita la libertad creativa que permite, entre otras cosas, hacer el bien por uno mismo y por los demás o, como se suele decir, permite que aflore lo mejor de nosotros mismos incluso en las circunstancias más adversas.

Asimismo, también fomenta la paciencia. Dadas las circunstancias, las prisas son las peores consejeras que se pueden tener. Querer el aquí y el ahora es totalmente incompatible con un contexto marcado por una pandemia, y eso puede provocar cierto estrés y ansiedad. Por eso, favorecer la paciencia y potenciarla es clave. Ayuda a gestionar mucho mejor cualquier posible frustración causada por esto, e invita a reflexionar para decidir de forma más acertada.

Cabe destacar también que las personas resilientes son más solidarias incluso en estas circunstancias tan difíciles. Además de eso, son más proclives a entender lo necesario de cumplir con las normativas de salud e higiene, lo que evita que se produzcan más contagios y facilita el avance de toda la sociedad para superar este enorme bache. Mantener mejor la calma, potenciar la disciplina, ser más tolerante y hasta tener más autoestima. Todo esto se gana a través de la resiliencia, incluso con una pandemia de por medio.

La huella mental de la pandemia

Decíamos al comienzo que se han disparado los casos de estrés y ansiedad en todo el mundo. Algo que la Academia Española de Dermatología y Venereología ha corroborado a través de un estudio realizado a finales del pasado 2020. Según sus responsables, los datos recogidos en la población han dejado muy claro que los síntomas depresivos han aumentado en toda la sociedad, aunque son más acusados sobre todo en mujeres menores de 40 años que viven en ciudades.

La alta exposición a novedades sobre la pandemia, los datos de los casos, la mortalidad, los periodos de confinamiento que se prolongan o incluso tener contacto con alguien que ha sufrido de primera mano el coronavirus. Todo eso también hace que crezca la ansiedad en gran parte de la población. El miedo está siempre latente y, de hecho, hace incluso que se mire al futuro con cierto resquemor. ¿Ir a un concierto en 2022 sin mascarilla? ¿Con tantas personas?

Preguntas que se repiten mucho y que afectan al futuro, pero que deben resolverse cuanto antes a través de la resiliencia y con todas las herramientas posibles. El bache que ha dejado el coronavirus es grande, tanto, que puede marcarnos de cara al futuro. Por eso es importante afrontarlo de la mejor manera posible. De lo contrario, puede que no se viva el mañana como se debería.

El futuro no puede ni debe quedar marcado por este presente tan anómalo. Ser resiliente será clave, por supuesto, pero tampoco será lo único necesario para seguir adelante. Todos tenemos que sumar fuerzas.

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