Ryan Reynolds confiesa el infierno que significó Blade

Fue duro alcanzar el cambio físico que le permitió rodar Blade, no fueron dos días ni dos noches, aunque el tiempo sí era apremiante. Cuando Ryan Reynolds pudo interpretar a Hanibbal King, junto a Wesley Snipes (Blade) y Jessica Biel (Abigail Whistler), la lucha por la que atravesó lo cambió por completo.

Para comenzar, el canadiense Reynolds tuvo que ganar 12 kilos de masa muscular. Para ese entonces tenía 28 años y, por dos horas, durante seis días, trabajó con su cuerpo de forma extenuante. Él mismo comenta: “Los entrenadores convirtieron mi trasero en un pudín fino de maíz”.

El comienzo de la rutina, recuerda, era suave. Siempre comenzaba con pilates para ir tonificando, pero luego debía entrar en el infierno porque debía moldear cada área muscular para definirla y que esta luciera atlética.

Fueron muchas pesas, miles de abdominales y poco cardio. Su organismo también era una máquina. Debía comer hasta ocho veces al día, en pequeñas raciones, para mantenerse siempre activo quemando calorías. El consumo proteínico fue extremadamente alto. Sentía que su cuerpo jamás descansaba. Era como una bomba a punto de estallar.

La rutina la había diseñado Darren Chapman, pero, además, tuvo que ver clases con el luchador Paul Levesque, popularmente conocido como Triple H, para poder aprender un par de movimientos que le darían más vida a su papel en la película.

Respecto a Wesley Snipes, los recuerdos tampoco son los mejores. Reynolds recuerda que nunca lo vio: “Nunca me encontré con Wesley Snipes en esta película, ni siquiera durante un segundo. Solo vi a Blade” y, entre lo que le dijo, tampoco fue muy agradable, pues, Reynolds le tuvo que escuchar su advertencia de: “Mantén la boca cerrada, vivirás más”. @isbeliafarias90210 en @mundiario