Rania de Jordania comparte algo con la reina Letizia: su pasión por las operaciones
La esposa de Abdalá II comparte con la española su amor por lucir perfectas en toda ocasión por lo que han recurrido al bisturí para corregir sus imperfecciones y burlar el paso del tiempo.
Rania de Jordania apareció esta semana con un rostro diferente: ahora tiene los pómulos más marcados, labios hinchados y ojos más rasgados. La esposa de Abdalá II se presentó este jueves en la comida organizada en honor a los príncipes de Suecia en Amman y lo que más llamó la atención, fue su expresión, o mejor dicho, la falta de ella.
La reina de Jordania parece compartir su pasión por las cirugías con la reina Letizia, quien también se ha realizado varias operaciones a lo largo de los años, entre los mayores cambios que ha reseñado la prensa, están los cambios en su nariz y barbilla, además de siempre mostrar una piel tersa propia del botox para evitar las arrugas.
Esta no es la primera vez que la reina, de solo 48 años, luce una transformación en la cara. A través de los años, Rania se ha encargado de modificar su rostro poco a poco y se hace evidente por ser una de las reinas más prominentes de los últimos años. Al igual que Letizia, la reina jordana ha modificado su nariz y ha acudido a hilos tensores y otras técnicas, no solo para borrar las arrugas, sino también para evitar la flacidez.
Tanto Letizia como Rania son consideradas como unas de las reinas más elegantes de la actualidad. Sin embargo, la esposa de Abdalá II le gana en años como reina y ganándose el corazón de su pueblo, puesto que el próximo año cumplirá 20 años en el trono junto a su esposo, tiempo desde el cuál se ha convertido en uno de los rostros más visibles de la monarquía, siendo muy popular gracias a sus labores a la hora de promover su cultura islámica, por llevar un estilismo casi implacable y por ser la cómplice indiscutible de su esposo y sus cuatro hijos.
Aunque no hay duda de sus buenas labores y de su estilo, Rania no se escapa de las críticas por su necesidad de lucir siempre joven. De origen palestino, Rania destaca por mostrarse siempre sin velo cada vez que la vemos. También cuenta con redes sociales, algo poco habitual entre las monarquías, y reúne más de 10 millones de seguidores en Twitter, casi cinco millones en Instagram y un canal de YouTube con casi 58.000 suscriptores. Aunque ahora se dedique a promover la educación entre los jóvenes, Rania hizo carrera estudiando Ciencias Empresariales en la Universidad Americana de El Cairo, algo que la llevó a trabajar en Citibank y Apple. Conoció a su ahora esposo en 1992, por medio de una de las hermanas de este, y desde entonces han sido inseparables, sin lugar a duda, ha tenido un papel mucho más prominente que sus antecesoras. @mundiario
