La nueva biografía de Melania Trump dibuja a una mujer más calculadora y menos víctima
Una biografía no autorizada de Melania Trump ha visto la luz y en poco tiempo se ha convertido en uno de los libros más vendidos de Amazon. Se trata de un libro escrito por Mary Jordan, ganadora de un Pulitzer y periodista del The Washington Post, que ha bautizado como The art of her deal, un juego de palabras que se refiere a la autobiografía de Donald Trump, The art of the deal (El arte de negociar).
En este libro nos dibuja a una Melania menos víctima y más calculadora que la que nos han presentado desde que su esposo llegó a la Casa Blanca. Justo en la campaña electoral previa a que Trump se hiciera con la presidencia, salieron a la luz unos audios donde el mandatario presumia de que “cuando eres una estrella, te dejan hacerles cualquier cosa. Agarrarlas por el coño...”.
Unas palabras que habrían molestado mucho a Melania que lejos de quedarse quieta y sumisa habría tomado la decisión de sacar ventaja de la humillación pública. Entonces se hizo noticia que la primera dama y el único hijo que compartía con el nuevo presidente, Barron, no se mudarían inmediatamente a la Casa Blanca, pasarían hasta seis meses para que ambos se mudaran desde Nueva York.
Los Trump afirmaron que la mudanza se había retrasado porque esperaban a que Barron culminara el año escolar, pero detrás habría otro motivo: Melania estaba negociando su acuerdo prenupcial.
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La primera dama estaba sacando ventaja buscando un acuerdo más sustancioso para ella, pero especialmente para su hijo. Resulta que Melania exigía que Barron tuviera un lugar privilegiado en la herencia del mandatario, donde sus hijos mayores -Donald Jr., Ivanka y Eric- eran los más beneficiados. Tras llegar a un acuerdo, Melania y Barron llegaron a Washington.
Pero las revelaciones de la biografía no acaban allí. Y es que el libro también arroja un poco de luz sobre la supuesta mala relación entre Melania e Ivanka Trump, a quien supuestamente llama "princesa". Mientras la primera dama renegociaba el acuerdo con su esposo, Ivanka no perdió tiempo en mudarse a Washington, en ese tiempo habría aprovechado para hacerse un hueco en la Casa Blanca e incluso intentó cambiar el nombre del Despacho de la Primera Dama al Despacho Familiar. Esto molestó a Melania que no tardó en hacer que su esposo pusiera límites entre el papel de ella y el de su hija.
Finalmente la biografía habla de la relación que mantiene Melania con su único hijo y sus padres, con quienes suele pasar la mayor parte de su tiempo. Con Barron parece tener un vínculo especial e incluso suelen comunicarse en esloveno, idioma materno de la primera dama. Sobre esto Trump se ha quejado de que no puede entender qué dicen cuando se comunican. Con su esposo no comparte habitación en la Casa Blanca y parece que mantiene un acuerdo de confiabilidad, por lo que no es probable que la veamos hablar mal del mandatario. @mundiario
