Meghan Markle se salta una de las prohibiciones de Isabel II en su última aparición
La duquesa de Sussex sigue saltándose las normas de la Familia real británica optando por looks atrevidos. Pero en su última aparición, durante los British Fashion Awards 2018, la exactriz fue más allá y se saltó una de las normas impuestas por la mismísima monarca.
Meghan Markle reaparece luego de semanas muy revueltas donde ella es la gran protagonista, siendo acusada de tratar mal a sus empleados, de alejar a su marido de su familia e incluso, de hacer llorar a su cuñada Kate Middleton. La duquesa de Sussex aparece en los British Fashion Awards 2018 como una sorpresa y de nuevo, se salta algunas reglas de la monarquía británica, una de ellas, impuesta por la mismísima Isabel II.
La esposa del príncipe Harry apareció luciendo su barriga de embarazada para entregarle el premio a la Diseñadora de Ropa Femenina Británica del Año a Clare Waight Keller, directora artística de Givenchy, y la persona que estuvo a cargo del diseño de vestido de novia que Markle lució en su boda. El mismo vestido ahora forma parte de la historia de la monarquía británica y está siendo expuesto en el Castillo de Windsor.
“Es un inmenso placer estar aquí celebrando la moda y a los diseñadores británicos en mi nueva casa del Reino Unido”, dijo a exactriz durante su discurso. “Es genial ver tantas caras familiares. A muchos de vosotros os conozco desde hace tiempo, mientras que a otros tantos os he conocido en el último año, así que gracias por la apacible bienvenida”. Cuando entregó el premio dio un enorme abrazo a la directora creativa, que aseguró a en su discurso que Meghan y ella eran “amigas de verdad”.
Pero lo más llamativo de todo fue que Markle llegó con un impresionante vestido Givenchy negro con hombro al aire, desafiando nuevamente las normas acordes del protocolo de la realeza británica. Muchos recordarán que Diana de Gales también llegó a llevar estos diseños, contra el expreso deseo de la monarquía claro está. Con esto, la duquesa no solo vuelve a mostrar un signo de rebeldía, sino que contradice la imagen que Kate Middleton ha logrado labrar y que va entre lo actual y lo tradicional para conciliar un punto medio entre lo que debe ser y lo que demanda el público actualmente. Pero lo más sorprendente de todo fue que la duquesa de Sussex llevó las uñas pintadas de un color oscuro, algo que estaría en contra del estricto protocolo dictado por la reina Isabel II desde hace años.
Meghan completó su rebelde look con un brazalete dorado de Pippa Small y unos tacones también dorados de Tamara Mellon. Su maquillaje fue tan natural como siempre y su peinado estuvo compuesto por un moño que le ayudó a destacar sus facciones. @mundiario