Meghan Markle nos sigue aburriendo con sus looks monótonos

Meghan Markle y el príncipe Harry, duques de Sussex. RR SS.
Meghan Markle y el príncipe Harry, duques de Sussex. / RR SS.

Los duques de Sussex pasaron por una granja en su segundo día en Australia. De nuevo, la duquesa sigue aburriéndonos con sus looks monótonos y en esta ocasión, no termina de favorecerle su elección… eso sí, ella y su esposo lucieron increíblemente románticos.

Meghan Markle nos sigue aburriendo con sus looks monótonos

Meghan Markle y el príncipe Harry, mejor conocidos como los duques de Sussex, continúan con su paso por Australia donde esperamos ver un poco más suelta y atrevida a la exactriz que anunció recientemente su embarazo. Hasta los momentos, Meghan sigue eligiendo la misma paleta de colores y amenaza con aburrirnos hasta la saciedad.

Si bien sus elecciones no son malas, lo cierto es que la duquesa parece decidida a no salirse de los mismos colores, es decir, blanco, negro, colores nude, verdes en tonalidades oscuras, azul oscuro… en este punto, lo mejor de Markle viene siendo la elección de accesorios donde siempre atina con algunas opciones interesantes.

En su primer día la duquesa se presentó con un vestido blanco Karen Gee, mientras que más tarde se decantó por un diseño verde militar Brandon Maxwell. Ahora, para el segundo día Meghan eligió un atuendo working para visitar una granja en Dubbo, en New South Wales, junto a su marido.

 

La esposa del príncipe Harry se enfundó en un blazer de cuadros rojos de la línea de su amiga Serena Williams, camisa blanca de Maison Kitsuné, pantalones pitillos negros de Outland y unos botines de tacón medio de J.Crew, que fue lo que más impresionó. La camisa quizás le quedaba algo grande, y ustedes dirán, “está embarazada”, y nosotros respondemos: un día antes utilizó un vestido sumamente ceñido que le quedó espectacular, así que no es excusa.

Aunque aburrido, la duquesa sigue intentándolo y si hay algo que nos está gustando de esta visita es que los duques nos dejan saber los felices que son con simples gestos románticos. En esta visita Enrique de Inglaterra apenas soltó la mano de su esposa, la abrazó, le dedicó una que otra mirada cómplice… Meghan por su parte, sostuvo el paraguas mientras su esposo daba un discurso –algo que suele hacer el protocolo del evento- y lo miró perdidamente enamorada. ¿Quién dice que no existen los cuentos de hadas? Por lo menos este, nos tiene embelesados. @mundiario

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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