Meghan Markle no ha sido la única, Kate Middleton también ha roto el protocolo
La duquesa de Sussex está siendo criticada fuertemente por la prensa británica por haber cometido un error durante un acto con su esposo y la Reina Isabel II, pero olvidan que sus predecesoras no son perfectas y tampoco empezaron con buen pie.
Meghan Markle está viviendo un sueño y una pesadilla al mismo tiempo, y es que la ahora duquesa de Sussex recibe buenas críticas por estilismo al mismo tiempo que la critican por detalles protocolares que se le pasan durante los actos oficiales. El primero fue durante su primer acto junto a Isabel II donde desconocía quién debía subir primero al coche, si acaso era ella o la Reina, algo que la propia Isabel tuvo que contestar. Ahora, los medios la critican por que en su segundo acto con la Reina y su marido, la joven ha cruzado las piernas, cuando esto está prohibido para las royals a quienes se les aconseja mantener las piernas juntas.
La duquesa de Sussex lleva poco más de 40 días en el cargo y tuvo un año y medio de relación con el príncipe, por lo que su conocimiento sobre las normas de la realeza son prácticamente escasos. No igual Diana de Gales y Kate Middleton, la primera es miembro de la aristocracia por derecho propio y la segunda tuvo años de noviazgo con Guillermo de Cambridge antes de pasar a formar parte de la realeza, pero aun así, ambas cometieron errores.
Lady Di fue conocida por acabar con distintas normas como llevar el cabello corto, poco común en una princesa, dejar atrás a las niñeras y hacerse cargo de sus hijos, ser muy calida con las personas a pesar de que está prohibido que se acerquen a ellos en los actos públicos e incluso cometió el mismo error de Meghan y cruzó las piernas en un acto público.
Ahora bien, Catalina de Cambridge también ha cometido algunos errores protocolares y en su vida privada ha procurado aligerar las complicadas normas sociales que debe aplicar como miembro de la Familia Real y presentamos algunas de ellas a continuación.
> Cariño público: aunque Meghan y Harry son más cariñosos en público, se suponen que no deben hacerlo pero al ser el sexto en la línea se sucesión al trono, las reglas tienden a no ser tan estrictas. La cosa no es así para los duques de Cambridge que deben lucir más profesionales, pero esto no ha evitado que se muestren cariñosos ante el público tomándose de la mano o mirándose de forma romántica.
> No se adapta completamente a la vestimenta real: los vestidos deben ser por debajo de la rodilla, pero Kate pasa de esto y lleva diseños un poco más arriba. Además, se arriesga luciendo una gran variedad de colores y no teme a utilizar tanto diseños económicos como de lujo. Como si no fuera suficiente, ha sido una de las royals que han dado el paso para reciclar su armario, luciendo en distintas ocasiones los mismos diseños cambiando algunos detalles, algo que no era habitual en las Casas reales. Otro detalle por el que han criticado a Meghan es por los escotes que ha lucido, pero lo cierto, es que Kate también ha recurrido a ellos.
> Es duquesa, pero antes es madre: la esposa del futuro rey se hace cargo de su prole y a diferencia de las otras mujeres de la realeza, ella solo cuenta con una niñera. Desde que nació su primogénito ella y el príncipe Guillermo se han hecho cargo de la crianza de sus hijos, tomando los permisos legales para ausentarse de los actos para cuidar de sus hijos e incluso son quienes se encargan de levantarse en la madrugada cuando algunos de sus pequeños no puede dormir.
> Vive apartada de la realeza: la pareja reside la mayor parte del año en Amner Hall, al Norte de Londres, algo lejos de la Reina donde pueden disfrutar de un gran entorno natural y criar a sus hijos lejos de los medios británicos. @mundiario
