Meghan Markle apuesta por un estilo sobrio en Irlanda

Meghan y Harry, duques de Sussex. Instagram.
Meghan y Harry, duques de Sussex. / Instagram.

La duquesa de Sussex está realizando su primer viaje oficial junto a su esposo, el príncipe Harry, representando a la corona británica. Hasta ahora, sus looks han sido impecables e incluso se atrevió a hacer un guiño a una polémica.

Meghan Markle apuesta por un estilo sobrio en Irlanda

Meghan Markle se encuentra de visita a la tierra de sus ancestros, Irlanda, junto a su esposo Harry, duque de Sussex. Este es el primer viaje oficial que realiza en representación de la corona británica y habla muy bien del avance que está teniendo dentro de su familia política y claro está, ayuda el hecho de que su cuñada Catalina de Cambridge se encuentre de permiso por su reciente parto, dejando que sea la americana quien tome el protagonismo para que los ingleses dejen de resistirse a su singular llegada.

Desde que pisó Irlanda luego de asistir al bautizo del príncipe Louis y la demostración área de las RAF, la duquesa de Sussex está dejando un buen sabor de boca con estilos sobrios y en monocolor. No ha abusado de la paleta de color y hasta ahora nos ha convencido llevando una falda, vestidos e incluso, un perfecto look en traje.

El primero que vimos a su llegada a Dublín, fue un conjunto elegante compuesto por un top y una falda lápiz verde oscuro, siendo este un sutil guiño al color nacional de ese país. El look venía firmado por su marca fetiche, es decir, Givenchy y combinó el resto del atuendo con bolso marrón de Strathberry y salones a juego.

 

Para su segunda aparición, la duquesa se presentó en el jardín de la embajada británica en Irlanda donde se encontró con el primer ministro irlandés y decidió apostar por un vestido en gris de Roland Mouret, que combinó con su característico moño y joyas muy discretas. Pasado esto, los duques procedieron a conocer al presidente de Irlanda,  Michael D. Higgins; y visitaron el Museo de Emigración Irlandesa.

 

Finalmente la pareja asistió a un partido de fútbol gaélico en Croke Park, donde Meghan literalmente deslumbró con un traje negro de Givenchy combinado con una camisa blanca y unos perfectos tacones negros de Sarah Flint.

 

Completando su, hasta ahora, envidiable paso por Irlanda, la duquesa decidió hacer un guiño a una polémica para enterrar cualquier tipo de problema futuro. Ocurrió durante la visita de los duques a la residencia oficial del embajador en Dublín, Glecairn House, donde la duquesa lució un vestido negro firmado por Emilia Wickstead, la misma diseñadora que la acusó de haber plagiado su diseño para crear su famoso vestido de novia.

El vestido de corte midi llevaba un cinturón y tirantes anchos para formar un escote cuadrado. El resto del look lo complementó con una discreta cartera de mano, su anillo de compromiso, unos tacones de Aquazzura y las suaves ondas de su hermoso cabello. Hasta ahora, Meghan de Sussex está dejando un muy buen sabor de boca a pesar de tener que limitar su armario para poder parecer estilosa y real al mismo tiempo. @mundiario

 

 

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